¿Un presidente LGBT+? Una idea todavía lejana en México

Por primera vez en el sexenio, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, apareció en la conferencia mañanera para responder preguntas a la prensa. En una intervención, Gutiérrez Müller destacó la importancia de Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México, pues abre la puerta a otros sectores como la comunidad LGBT+.

La académica sostuvo que el triunfo de Claudia Sheinbaum es una muestra de cómo ha cambiado el electorado en México, pues ya no se ve sólo la apariencia o género de los políticos a la hora de votar. Es por esto que, desde su punto de vista, México está listo para un presidente homosexual, ya que la gente se fija más en el compromiso que en el género o la orientación sexual.

Pese a las declaraciones de Beatriz Gutiérrez, la realidad es que la sociedad mexicana todavía es renuente a la entrada de integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+ en la política. Esto no sólo ocurre en México, sino que en prácticamente todo el mundo es poco común ver que alguien de la diversidad sexual tenga un cargo sobresaliente en la política.

El papel de la comunidad LGBTTTIQ+ en la política

Es notorio que en México los integrantes de la diversidad sexual han ganado más terreno en diferentes áreas de la vida pública, como televisión, cine y la política, pero también es evidente que todavía hay un estigma y rechazo sobre ellos. De hecho, son contados los ejemplos de perfiles de la comunidad LGBTTTIQ que han tenido o tienen actualmente un cargo en la política mexicana.

En lo más reciente, las diputadas Salma Luévano y María Clemente García fueron las últimas transgénero, pero desde del 1 de septiembre dejaron el cargo. En su caso, ambas fueron agredidas en reiteradas ocasiones, pues no se les reconocía por su identidad de género autopercibida, algo que hicieron senadores como Gabriel Quadri, quién llamó “señor” a Salma Luévano en medio de una discusión.

Otro caso fue del magistrade Jesús Ociel Baena, quién rompió barreras al convertirse en la primera persona no binaria, no sólo de México, sino de Latinoamérica, en ocupar un cargo en el Poder Judicial en Aguascalientes. En noviembre del 2023 fue hallado muerto junto a su pareja, en lo que se atribuyó a un supuesto suicidio en un caso rodeado de prejuicios y estigmas.

El rechazo de la gente a las personas sexo-diversas es tal, que son pocas las que aspiraron a un cargo en las elecciones de este año, un total de 73 según el INE, para más de 20,000 cargos. Algunos de estos ganaron, pero se evidenció que eran personas cisgénero que usurparon la identidad para ocupar la cuota de diversidad sexual a fin de llegar al cargo, para luego “destaparse”.
 

Otro conflicto al que se enfrentan las personas de la comunidad es que los partidos les asignan los últimos lugares de representación proporcional a nivel federal o local, que son, en teoría, los que se destinan a grupos minoritarios.

En Puebla, Tuss Demián Fernández, un hombre trans, ganó un espacio por tómbola en la lista de plurinominales federales de Morena, pero el partido lo relegó en la lista, no le asignó su identidad de género y lo registraron como hombre cisgénero, no por cuota de diversidad. Lo anterior devino en que al final Tuss no tuvo el lugar que ganó en primera instancia, a pesar de que apeló en instancias judiciales.

Esta es una constante en cada proceso electoral, en prácticamente todos los partidos, pues si el INE o el órgano electoral local ordenan a los partidos destinar un espacio a la comunidad, generalmente los envían a los últimos lugares, en los que es poco probable que lleguen al cargo.

En general, la sociedad mexicana sigue viendo mal y atacando a los integrantes de esta comunidad. De acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra la Comunidad LGBT, se registraron 62 casos entre asesinatos o desapariciones en el 2024 en México, muchos marcados por la impunidad.

En los hechos, en todo el mundo son muy pocos países con presencia de personas de la comunidad LGBTTTIQ+ en la política, y muchos menos con mandatarios. Xavier Bettel fue primer ministro de Luxemburgo entre 2013 y 2023 y se distinguió por ser uno de los que tuvo una relación abiertamente homosexual con Gauthier Destenay, siendo el primer representante gay en una cumbre de la OTAN.

En Francia, el presidente Emmanuel Macron nombró este año a Gabriel Attal como su primer ministro, distinguido por ser el más joven, en ese momento con 34 años. Es también la primera persona en la historia de Francia que ocupa el cargo siendo abiertamente gay, aunque no es del tipo de personas que gusten de ir a marchas y ondear la bandera arcoíris.

En el caso de México, Adolfo Cerqueda hizo historia como el primer edil declaradamente gay en la historia del país, esto en Nezahualcóyotl, Estado de México. Él llegó al cargo por Morena en 2021 y está cerca de dejar su cargo, pero sentó un precedente en la política nacional.