De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los excesos durante las fiestas patrias pueden poner en riesgo la salud, principalmente si se trata de personas con padecimientos crónicos como obesidad, diabetes, hipertensión, altos niveles de ácido úrico, colesterol y triglicéridos, así como enfermedades cardiovasculares, entre otras.
En México contamos con una amplia variedad gastronómica para festejar este 15 y 16 de septiembre, cómo son las chalupas, el pozole, el mole de panza, los tradicionales chiles en nogada, las pelonas, molotes, elotes con mayonesa y un sinfín de antojitos. Y no se diga de las bebidas, desde la tradicional agua de sabor y el refresco hasta las embriagantes, como la cerveza o el tequila.
Pero el problema no es su consumo, sino la cantidad que se ingiere, tanto de alimentos como de bebidas azucaradas y alcohólicas, ya que pueden poner en riesgo la salud. De inicio, todo el exceso de energía originado por el consumo de más, el cuerpo lo almacena en forma de grasa.
De acuerdo a especialistas, hay reportes de ingestas de 8,000 hasta 10,000 calorías por día en estas fechas, ya que no solo es el consumo de alimentos, sino también el de bebidas alcohólicas, lo que genera un importante aporte de calorías, que al final terminan como grasa en el cuerpo ante la falta de actividad física.
Este descuido en la alimentación y estilo de vida, puede generar problemas de salud a corto y largo plazo. El consumo excesivo de alimentos procesados y ricos en calorías, azúcares y grasas puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, entre otras.
En el consumo de alcohol, el cuerpo humano sólo puede metabolizar una copa por hora. Por ello, su consumo excesivo afecta algunas funciones como la movilidad, el habla, la percepción del entorno y disminuye la capacidad de reacción, además altera el estado de ánimo. El abuso en el consumo incrementa el número de intoxicaciones, peleas y accidentes automovilísticos.
La ingesta de alcohol también tiene un impacto importante en la salud de las personas, ya que su consumo excesivo en estos días incrementa el riesgo de accidentes viales.
En el caso de los refrescos, estas bebidas se caracterizan por tener azúcar añadido o edulcorantes como jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa y más. Diversas investigaciones señalan que el aumento de peso y la obesidad se relaciona con un consumo cotidiano de bebidas azucaradas, pero también se desarrollan a largo plazo enfermedades del corazón, diabetes, gota (forma de artritis que provoca dolores agudos en las articulaciones), daños a los riñones (desde cálculos hasta insuficiencia renal) e hígado graso.
Una lata de refresco de 355 ml suma a la dieta alrededor de 150 calorías y, si no hay actividad física, en un año puede generar poco más de 2 kg al peso de una persona.
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Otro de los riesgos, aunque no tiene que ver con los excesos, son las quemaduras. El uso de fuegos artificiales que son comunes durante estas festividades puede causar serios daños en la salud de quienes los manipulan e incluso pueden causar incendios en casas y vehículos. De acuerdo con la Secretaría de Salud, las lesiones más comunes por fuegos artificiales se presentan en manos, ojos, cabeza, rostro y orejas, incluso se menciona que pueden provocar ceguera, quemaduras de tercer grado o hasta amputaciones.
Por ello, el IMSS pide a la población mantener una alimentación saludable estas fiestas patrias y evitar los excesos. Asimismo, insta a moderar el consumo de los tradicionales platillos mexicanos e introducir una ración de verduras en cada comida para generar saciedad, aportar fibra y nutrientes esenciales, así como mantener un balance calórico. Además, destaca la importancia de mantenerse hidratado con suficiente agua.
Para reducir el riesgo de accidentes por el consumo de alcohol es importante limitar la ingesta de bebidas embriagantes, ya que permitirá disfrutar mucho más la celebración. Pero en caso de que el fervor patrio te gane, sería buena idea contar con un conductor designado que no consuma alcohol para hacer los traslados con mayor seguridad.
En el caso de la pirotecnia, se recomienda no permitir que menores de edad manipulen o tengan acceso a juegos pirotécnicos, no guardar estos artefactos en los bolsillos, no encender pirotecnia en las manos, no introducirla en ningún tipo de recipiente y, principalmente, no arrojar ningún tipo de pirotecnia a personas, animales, carros y objetos.
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