Este martes se celebró el primer debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump, en un formato que permitió a ambos candidatos maximizar el tiempo, ya que no contó con público ni se les permitió interrumpirse durante su intervención. En este debate se abordaron varios temas como economía e inflación, los derechos reproductivos, la crisis migratoria, el ataque al Capitolio de 2021, las elecciones presidenciales de 2020, entre otros.
El debate vivió momentos tensos en el que ambos personajes se dirigieron a la audiencia con propuestas, ataques personales y discursos que resaltaron las divisiones políticas del país norteamericano. Además, mostraron sus enormes diferencias en temas clave como la economía, la migración y el aborto. Pero, ¿México figuró en el debate?
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Para nadie es un secreto la postura que Donald Trump tiene en contra de México, durante su mandato lo manifestó y ahora en este proceso de campaña lo ha retomado. El candidato republicano ha dicho que planea terminar de construir el muro entre Estados Unidos y México, también ha dicho que expulsará a todos los indocumentados, aplicará más aranceles a las importaciones y aumentará la producción energética estadounidense.
En el caso de la candidata republicana, algunos analistas coinciden en señalar que Kamala Harris ha manifestado que es necesario abordar las causas de la migración mediante la promoción del desarrollo económico de la región. Y de mantener esta postura podría traer más presión a México. Y es que bajo la visión demócrata de Biden y el posible gobierno de Kamala, buscarían atender las causas que provocan que más personas migren hacia los Estados Unidos e insistiría puntualmente al gobierno mexicano a implementar políticas más estrictas para controlar el flujo migratorio.
Sin embargo, Harris ha dicho que aplicaría una política firme, con consecuencias para las personas que entran ilegalmente en Estados Unidos e invertiría en barreras físicas en la frontera con México, como parte de su política migratoria.
A esto, hay que sumarle que en el 2026 se llevará a cabo una revisión del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y Harris podría tener una posición enérgica, pues, si se convirtiera en presidenta tendría que hacer compromisos con sindicatos de Estados Unidos, los cuales han levantado la voz señalando que el gobierno de las barras y las estrellas es muy condecendiente con México, afectando los intereses de los trabajadores estadounidenses. Y esto, sin duda pondría a la candidata en una posición difícil para conciliar las demandas de los sindicatos de EU y la relación con México.
En cuanto al tráfico de drogas y el combate al crimen organizado, la postura de Harris podría quitarle presión a México, ya que la candidata demócrata estaría más centrada en abordar la demanda interna de drogas en su país y en la implementación de políticas más humanitarias para los consumidores, en lugar de una estrategia exclusivamente condenable.
Kamala Harris ha externado durante su campaña que dará continuidad a muchas de las medidas del presidente Joe Biden, como es la reducción del precio de los medicamentos, la condonación de la deuda de los préstamos estudiantiles y la eliminación de las denominadas “tasas basura”.
Asimismo, reconoció que tiene sus propias opiniones sobre algunos asuntos claves para su país, como el trato que Israel da a los habitantes de Gaza en su guerra contra Hamás.
A menos de dos meses de los comicios, y en vísperas de que se inicie el voto anticipado en muchos estados de la Unión Americana, la candidata demócrata Kamala Harris y su compañero de fórmula, el gobernador Tim Walz, han logrado revertir, por el momento, los malos augurios que rondaban al presidente estadounidense Joe Biden cuando figuraba como candidato.