En prácticamente todos los países, los presidentes, primeros ministros u otros jefes de estado tienen una residencia oficial en la que habitan durante el tiempo que dura el cargo para el que fueron electos. En México esto también sucede, aunque a diferencia de otras naciones, aquí la residencia oficial ha cambiado en los últimos años a petición de los mandatarios.
El pasado 9 de septiembre, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, anunció que durante su sexenio residirá en Palacio Nacional, tal como lo hizo el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador desde el 1 de diciembre de 2018 a la fecha. Actualmente, la morenista vive en un departamento en la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México, pero a partir del 1 de octubre vivirá en el emblemático inmueble.
Te interesaría leer: "No regresaría a Los Pinos": Sheinbaum confirma que vivirá en Palacio Nacional
Por años la residencia presidencial era Los Pinos, un complejo ubicado en Bosques de Chapultepec, alcaldía Miguel Hidalgo también de la CDMX. Este espacio fue el lugar donde todos los mandatarios despachaban, pero desde que AMLO llegó al poder dejó de utilizarse y se destinó al uso público porque lo consideraban un sitio que representaba los lujos del pasado, algo que hizo antes otro presidente.
La historia de las residencias oficiales para presidentes en México se reduce principalmente a estos dos inmuebles, Los Pinos y Palacio Nacional, aunque antes hubo otros lugares que se ocuparon como morada oficial.
Antes, los presidentes de México tenían su morada en el Castillo de Chapultepec, ubicado en la CDMX, pero tal lugar se dejó de usar bajo los mismos argumentos que usó AMLO con Los Pinos. El 30 de noviembre de 1934, Lázaro Cárdenas alegó que el castillo era demasiado lujoso y se negó a usarlo, pues dijo que se convertiría en un museo abierto al público en general.
Su primera alternativa fue un terreno propiedad del gobierno llamado “La Hormiga”, una casa de descanso adquirida en 1923 para los jefes de estado, distinguida por ser la más pequeña a su disposición. Cuando empezó a habitarla le cambió el nombre hasta que finalmente se le nombró Los Pinos, en memoria del lugar en el que conoció a su esposa.
En el caso de Los Pinos, este espacio fue el hogar de los presidentes desde 1934, lapso en el que lo habitaron un total de 13 mandatarios acompañados de sus familias. En ese momento el primer jefe del Ejecutivo que ocupó la residencia fue el ya mencionado Lázaro Cárdenas.
A lo largo de 84 años, los otros 12 presidentes que vivieron en Los Pinos fueron: Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Fue con el priista Enrique Peña Nieto que se vio por última vez a un mandatario vivir en Los Pinos, rodeado de polémicas por hacerlo un lugar privado, lejano a la gente y con invitados “de lujo” por parte de su familia. Asimismo, se decía que este sitio era ocupado para hacer acuerdos políticos en lo privado.
A partir del 2018, Los Pinos dejó de ser la casa oficial por mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, quién se refirió a este lugar como un símbolo de la opulencia y los lujos del pasado. Desde el 1 de diciembre de ese año, Los Pinos se convirtió en un centro artístico y cultural para la gente, situación que seguirá con Claudia Sheinbaum.
Desde hace seis años la residencia oficial es Palacio Nacional, un espacio cuya construcción original se hizo para los virreyes y emperadores de la época colonial, donde incluso llegó a vivir Hernán Cortés. En lo más reciente, fue un edificio con oficinas de gobierno y en el que ocasionalmente despachaban los presidentes y hacían eventos como el grito de Independencia, sin que fuera su hogar.
Es el segundo espacio que se ha ocupado para la vivienda de los presidentes, siendo AMLO el primero en ocuparlo, según él, como una medida de austeridad. En este lugar tiene su despacho, vive con su hijo menor y dónde se llevan a cabo las famosas conferencias “mañaneras” todos los días desde que arrancó su sexenio.
Ahí será donde los próximos seis años veremos a Claudia Sheinbaum ejercer como la primera mujer presidenta en la historia de México. Palacio Nacional, como el resto de casa, fue elegido por el presidente en turno por estar en una zona estratégica en el Centro Histórico de la CDMX, cerca de los otros poderes y el Congreso de la Unión, ventajas que también tendrá la mandataria.