Un nuevo estudio sugiere que la probabilidad de embarazo tras la ligadura de trompas, uno de los métodos más comunes de esterilización de la mujer, es mucho mayor de lo que se cree. Científicos consideran que esto puede forzar un cambio en la evaluación de la eficacia de este método de contracepción.
Investigadores de la Universidad de California en San Francisco han revelado que más del 5% de las personas pueden pasar por un embarazo accidental tras la ligadura de trompas, que es un procedimiento quirúrgico de esterilización femenina que implica la oclusión o corte de las trompas de Falopio, impidiendo así la unión del óvulo con los espermatozoides.
El estudio se basó en más de 4.000 mujeres estadounidenses de entre 15 y 44 años que se sometieron al procedimiento entre 2013 y 2015. Los investigadores indican que el 3% de las mujeres que se habían esterilizado se quedaron embarazadas en el plazo de un año y que, al cabo de 10 años, el 8,4% de las mujeres que se habían sometido a la esterilización de trompas se embarazaron.
"Este estudio demuestra que la cirugía tubárica no puede considerarse la mejor forma de prevenir el embarazo. Las personas que utilizan un implante anticonceptivo de brazo o un DIU tienen menos probabilidades de quedarse embarazadas que las que se ligan las trompas", manifiesta la autora principal del estudio, Eleanor Schwartz, citada por el servicio de prensa de la Universidad de California.
Los autores también señalan que las mujeres operadas inmediatamente después del parto tenían menos tendencia a declarar un embarazo. Además, la probabilidad de embarazo disminuía si la cirugía se realizaba a una edad más avanzada.
"Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de un seguimiento continuo de la eficacia de los procedimientos anticonceptivos permanentes", concluyen los autores.