Un vuelo de prueba del megacohete Starship de SpaceX, dirigido por Elon Musk, afectó gravemente la atmósfera terrestre. Según un equipo de científicos rusos, la explosión del cohete dejó un “agujero ionosférico” en la atmósfera superior, un fenómeno que podría ser inédito en la historia de la exploración espacial humana.
La catástrofe ocurrió el 18 de noviembre de 2023, cuando SpaceX hizo su segundo lanzamiento orbital del Starship desde su centro de pruebas en Boca Chica, Texas. Tan solo 2 minutos y 40 segundos después del despegue, el motor Super Heavy se separó de la nave y explotó a una altitud e 90 kilómetros. Sin embargo, el núcleo principal de la nave continuó su ascenso hasta los 149 kilómetros de altitud antes de también explotar. Este evento quedó registrado por varios satélites y estaciones terrestres en todo el mundo.
Explosion von Starship 2 riss Loch in die Atmosphäre, das ist nicht gut. Ein Forscher haben die Auswirkungen der Starship-2-Explosion auf die Ionosphäre untersucht und dafür Daten von über 2.500 Bodenstationen verwendet.
— F. Mosel???? (@friedhelm_mosel) September 3, 2024
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La explosión tuvo un gran impacto en la ionosfera, la capa de la atmósfera situada entre los 80 y 650 kilómetros sobre la superficie terrestre. De acuerdo con los científicos, la segunda explosión dejó un agujero en esta capa que se mantuvo entre 30 y 40 minutos antes de que la ionosfera se recuperara por completo.
Yury Yasyukevich, físico de la ionosfera del Instituto de Física Solar-Terrestre de la Academia Rusa de Ciencias y autor principal del estudio, explicó: “Las ondas de choque atmosféricas formadas por la nave espacial volaron a velocidades supersónicas, creando un cono de ondas similar a las estelas dejadas por un barco rápido. Sin embargo, lo sorprendente fue la dirección y la amplitud de estas ondas, que se propagaron hacia el norte en lugar del sur, como es usual en los lanzamientos espaciales”.
El equipo de investigación destacó que el agujero ionosférico se formó debido a las ondas de choque generadas por la explosión del Starship, que dispersaron los electrones libres en la ionosfera, alterando temporalmente su estructura, y aunque el combustible no quemado pudo haber prolongado el efecto, no fue la causa principal.
De acuerdo con un informe de la organización ambientalista Coastal Bend, un vuelo de prueba previo al Starship dañó los nidos de aves playeras cerca de la plataforma de lanzamiento. Elon Musk, aun con este conocimiento, anunció en junio que el próximo vuelo de prueba se haría pocas semanas después.