El uso indebido de la inteligencia artificial (IA) para generar imágenes falsas de menores desnudos se convirtió en uno de los problemas más alarmantes en todo el mundo, poniendo de manifiesto los riesgos que esta tecnología trajo.
En España, la Guardia Civil comenzó una investigación en torno a varios jóvenes que presuntamente se dedicaban a crear imágenes sexuales explícitas con fotografías de menores de edad, que luego difundían en redes sociales y otras plataformas digitales. Este fenómeno generó preocupación en la sociedad, debido a los daños emocionales y sicológicos que estas prácticas pueden infligir en las víctimas.
En la comunidad de Almendralejo, en Extremadura, varios menores de entre 12 y 14 años denunciaron la circulación de imágenes falsas de desnudos creadas mediante IA. Siendo uno de los muchos casos que reflejan la preocupante tendencia y la facilidad con la que la IA puede ser usada para vulnerar la intimidad y la dignidad de las personas, especialmente los jóvenes y adolescentes, quienes son más susceptibles a ser dañados sicológicamente con estas prácticas.
De acuerdo con los expertos, la adolescencia es una de las etapas más importantes en la vida de las personas, ya que en ese lapso se crea la construcción de la autoimagen y la aceptación social, por ello, la difusión de fotografías falsas puede causar un gran deterioro en su autoestima y salud mental.
Actualmente, los jóvenes ya enfrentan varios problemas en su desarrollo personal y podrían sentir que su vida se arruina por la propagación de estas imágenes falsas. Además, las consecuencias no solo son sicológicas, sino que también pueden llevar al aislamiento social, la depresión y algunos casos, al suicidio.
Sin embargo, los expertos aseguran que además de las medidas legales, se requiere de una formación ética y tener conciencia sobre el uso de esta tecnología. Tanto las escuelas, como las familias y las instituciones deberán trabajar en conjunto para educar a la población sobre los peligros del mal uso de la IA y su potencial para causar un daño irreparable en las víctimas.
Ante la grave situación que parece no tener una solución pronto, uno de las formas más efectivas para prevenir que un menor sea víctima de la manipulación fotográfica es tener absoluto control de la privacidad de las imágenes que compartimos en internet. Es recomendable limitar quién puede ver y descargar tu contenido, así como desactivar la geolocalización y tener únicamente personas de confianza en tus redes sociales. También es importante hablar con los hijos sobre los riesgos de compartir fotografías en internet y enseñarles a identificar situaciones potencialmente peligrosas.