Ayer, de cara al pueblo, Andrés Manuel López Obrador, el compañero presidente, rindió su último informe de gobierno. Se completó el primer sexenio que rompió con la política neoliberal que se aplicó desde 1988, ¿cómo nos fue? Estos son los resultados económicos.
Hace 6 años la televisión y la prensa de derecha se ufanaban en presentar a los economistas vulgares que auguraban un fracaso; lo reproducían en redes sociales y se alegraban de que el dólar costaría 30 pesos, los capitales huirían, Estados Unidos y Canadá romperían el tratado de comercio, la inflación y la pobreza aumentarían y nos convertiríamos en Venezuela. El tiempo demostró lo contrario, dar un giro al modelo económico fue una buena decisión. Veamos los datos duros del cuadro siguiente, que compara las principales variables macroeconómicas con los dos sexenios anteriores.
El sexenio de AMLO abarca el periodo más negro para la humanidad moderna: la pandemia de Covid-19, fue la más devastadora por ser la primera que registró muertes en todos los países del mundo y porque llevó al confinamiento de todos. Se paralizó la actividad económica y sobrevino la peor crisis de la historia, mucho mayor que las 2008 y la de 1929.
Cuando se reiniciaron operaciones la producción requirió materias primas más rápidamente que las que se pudieron ofertar y sobrevino un shock de demanda que provocó un aumento en los precios. De forma posterior, el conflicto entre Rusia y Ucrania, (que en conjunto producen el 20% del trigo mundial) volvió a elevar los precios. En combinación, ambos fenómenos llevaron a la inflación internacional más alta de los últimos 50 años. No obstante, la política fiscal de AMLO fue adecuada en la contención de precios de los energéticos que no aumentaron en términos reales, a pesar de la gravedad, la inflación apenas fue superior 4 puntos que el sexenio anterior.
Pero la inflación por sí sola carece de sentido si no se compara con los salarios. Una inflación alta resta poder adquisitivo como sucedió durante el neoliberalismo; en este sexenio los aumentos salariales fueron mayores a la inflación y, aunque seguimos por debajo del poder adquisitivo de 1976 (el más alto de la historia), logramos recuperar al nivel que teníamos en los años noventa. El aumento del sexenio es mayor que la suma de todos los aumentos de los últimos 30 años (5 sexenios).
A pesar de los extraordinarios aumentos salariales, las empresas no se fueron ni se cerraron los centros de trabajo, hoy tenemos una tasa de desempleo nunca antes vista, es la segunda más baja del mundo. Teóricamente se llama “desempleo friccional” es decir, no hay desempleo. La informalidad laboral también se encuentra en el nivel más bajo, la gente no sólo encuentra empleo más fácilmente que en sexenios anteriores, se trata de empleo menos precario.
Los altos niveles de empleo, formalidad y la recuperación del poder adquisitivo incidió directamente en la reducción de la pobreza, fueron 5 puntos porcentuales al año 2022, faltan los resultados de este ultimo bienio. Ayudaron además las transferencias directas del Bienestar que llegan a 25 millones de hogares en forma de becas para jóvenes y pensiones para adultos mayores y discapacitados.
La deuda pública redujo su ritmo de crecimiento a la mitad del sexenio anterior y a una tercera parte si se compara con el sexenio de Felipe Calderón (FeCal). Esto es positivo porque se libera a las finanzas públicas del oneroso cargo del servicio de deuda (pago de intereses) y se aumenta la solvencia del país.
Como resultado del fortalecimiento macroeconómico la moneda mexicana también se fortaleció, por primera vez en la historia se terminará un sexenio sin depreciación, todo lo contrario, todo parece indicar que concluirá con una apreciación del peso entre 4 y 10%.
Elaboración propia
Por último, el crecimiento económico medido por el aumento del Producto Interno Bruto tuvo un desempeño más bajo que el de los dos sexenios anteriores, pero su causa es externa a la política nacional, como se explicó líneas arriba. Mientras otros países siguen en crisis o no han podido recuperar los niveles previos, México creció el año pasado más que Europa y Estados Unidos.
En general son muy buenas noticias económicas, pero falta profundizar en los cambios, sigamos informándonos con pensamiento crítico, organizándonos y luchando por continuar en esta alegre rebeldía transformadora.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras
YouTube: #BandalaNomics
.gif)