El exlíder del cartel mexicano 'Los Zetas', uno de los más importantes de la nación latinoamericana, Osiel Cárdenas Guillén, fue liberado luego de más de 20 años de prisión en Estados Unidos, reportó el diario mexicano 'Milenio'. En suelo estadounidense enfrentaba cargos como narcotráfico, lavado de dinero y homicidio doloso.
De acuerdo con la publicación, que consultó a la Agencia Federal de Prisiones estadounidense (BOP, por sus siglas en inglés), Cárdenas Guillén salió de la Penitenciaría de Terre Haute, Indiana (oeste de EEUU), este 30 de agosto de 2024.
???? #ÚLTIMAHORA | Osiel Cárdenas Guillén, ex líder del Cártel del Golfo’, sale de prisión en EU
— Milenio (@Milenio) August 30, 2024
También conocido como ‘El mata amigos’, es responsable de haber formado a ‘Los Zetas’, brazo armado que desató una espiral de violencia en el país. https://t.co/luJBcw7yvT pic.twitter.com/IpzDhCF1nm
"Podemos confirmar que Osiel Cárdenas Guillén fue liberado de la custodia [de la Agencia Federal de Prisiones] el 30 de agosto de 2024. La última instalación del BOP en la que el señor Cárdenas Guillén estuvo localizado fue la Penitenciaría de EEUU de Terre Haute", se lee en el mensaje del BOP para el medio mexicano.
El narcotraficante mexicano fue integrante del cartel del Golfo, del cual llegó a ser su líder durante la década de los noventa.
Al iniciar el siglo XXI, Cárdenas Guillén fundó Los Zetas, en conjunto con el exmilitar Arturo Guzmán Decena, quien falleció en 2002 en un operativo implementado por el Ejército mexicano en Matamoros, en el estado fronterizo de Tamaulipas.
El capo mexicano fue detenido en marzo de 2003 por elementos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) mexicana y del Ejército del país latinoamericano. Cuatro años después, fue extraditado a Estados Unidos, nación que lo catalogaba como uno de los criminales "más sanguinarios" de la historia y que ofreció hasta dos millones de dólares por su captura.
En esa época, las autoridades estadounidenses lo acusaban de cometer más de 2.000 homicidios dolosos, tráfico de drogas, lavado de dinero y extorsión a agentes federales del país norteamericano, entre otros.
Sin embargo, al declararse culpable de cargos como narcotráfico e intento de homicidio en 2009, causó que en 2010 le retirarán más de una decena de cargos y le dictaran 25 años de prisión, así como el pago de una multa de 50 millones de dólares.
Su buena conducta y el tiempo que pasó bajo arresto en México fueron tomados en cuenta por EEUU, por lo que su condena se redujo para que pudiese salir este 2024.
