Pese a las promesas del primer ministro Justin Trudeau de abordar el creciente problema de la deforestación, los incendios que arrasaron los bosques del país norteamericano durante el 2023 liberaron más gases de efecto invernadero que casi todos los países con mayores emisiones, según reveló un estudio de la revista especializada 'Nature'.
Con 647 megatoneladas, el carbono liberado en los incendios forestales del año pasado en Canadá superó el de siete de los 10 mayores emisores, incluidos Alemania y Japón, según la investigación de la prestigiosa publicación británica dada a conocer por el diario The Guardian.
Solo China, la India y Estados Unidos liberaron más emisiones de carbono durante ese período, lo que significa que si los incendios forestales de Canadá se ubicaran junto a los de los países, habría sido el cuarto mayor emisor del mundo, señala el medio.
"Las emisiones típicas de los incendios forestales canadienses durante la última década han oscilado entre 29 y 121 megatoneladas. Pero la crisis climática, impulsada por la quema de combustibles fósiles, está provocando condiciones más secas y cálidas, lo que provoca incendios forestales extremos. Los incendios de 2023 quemaron 15 millones de hectáreas en todo Canadá, o alrededor del 4% de sus bosques", detalla The Guardian.
Vale recordar que pese a que el primer ministro Justin Trudeau prometió que trabajaría para impulsar una agenda verde y mejorar el manejo forestal en el país, el año pasado más de 100 científicos de todo el mundo le enviaron una carta instando a su Gobierno a dejar de obstruir la política forestal mundial impulsada por varias organizaciones ambientales. A la vez, también le pidieron "reconocer" el importante daño que la tala industrial está causando a los bosques de Canadá.
En la misiva, enviada en noviembre del 2023, el centenar de expertos internacionales le reclamaron al mandatario canadiense que "reconozca y aborde la degradación forestal a nivel nacional y apoye, en lugar de obstaculizar, la formulación de políticas globales que impulsen los esfuerzos para detener y revertir la degradación forestal".
En un artículo publicado el año pasado por la propia revista Nature, el doctor Dominick DellaSala de la fundación ambiental Wild Heritage dijo que el gobierno de Trudeau "ya no puede eludir el creciente escrutinio científico sobre las atroces prácticas madereras de Canadá, consideradas entre las peores para las regiones templadas y boreales del mundo, y el hecho de que la industria local está cada vez más yendo en contra de las prácticas en el resto del mundo".
Por su parte, el autor de la investigación sobre la emisión de gases de invernadero causada por los incendios forestales en Canadá, Brendan Byrne, declaró a The Guardian que si realmente el objetivo de Trudeau es limitar la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, su gobierno deberá adaptar la cantidad de carbono que puede emitir en relación con la cantidad de carbono que los bosques nacionales absorben.
"Se prevé que las temperaturas anormalmente altas que experimentó Canadá en 2023 serán comunes en la década de 2050, según el estudio. Es probable que esto provoque graves incendios en los 347 millones de hectáreas de bosques de los que Canadá depende para almacenar carbono", concluye el medio británico.