Día del Gamer: lo bueno y lo malo de los videojuegos

Día del Gamer: lo bueno y lo malo de los videojuegos

Foto: Freepik

Con el propósito de celebrar la pasión y la diversión que se experimenta al jugar videojuegos, así como también reconocer la creciente importancia de la industria de los videojuegos en la cultura popular y en la economía, este 29 de agosto se festeja el Día del Gamer.

 

Este día es especial para todos los entusiastas de los videojuegos. Es una celebración que busca unificar a la comunidad de jugadores en todo el mundo y compartir la pasión por los juegos de video.

 

Pero al igual que cualquier otra cosa en la vida, existe un lado bueno y un lado malo, y en este caso, los videojuegos son una herramienta que puede ser utilizada de manera responsable y beneficiosa o de manera excesiva y perjudicial. 

 

Diversos estudios han demostrado que el uso de videojuegos tiene varias ventajas. Por un lado, mejoran la coordinación y las habilidades motoras, así como la atención y la vigilancia, permitiendo a los jugadores concentrarse en múltiples tareas simultáneamente.

 

Además, los videojuegos mejoran las habilidades relacionadas con el trabajo, especialmente para trabajos que requieren buena coordinación ojo-mano, atención, excelente memoria de trabajo y rápida toma de decisiones 

 

También mejoran los procesos visuales básicos, como la sensibilidad al contraste visual y el tratamiento exitoso de la ambliopía. De igual forma, los videojuegos mejoran el funcionamiento ejecutivo, lo que se refiere a la capacidad de una persona para asignar sus recursos mentales de manera que permitan la resolución rápida y eficiente de problemas o la toma de decisiones.

 

Por último, los videojuegos pueden reducir el deterioro mental que acompaña al envejecimiento, mejorando la flexibilidad cognitiva, la atención, la memoria de trabajo y el razonamiento abstracto.

 

Pero, por otro lado, los videojuegos también tienen un lado oscuro y pueden impactar negativamente en la salud física y mental de las personas.

 

Los videojuegos pueden ser adictivos y llevar una pérdida de control sobre el tiempo y la frecuencia de juego. Además, el pasar tiempos demasiados prolongados hasta llegar la hora de dormir puede afectar negativamente la calidad del sueño y llevar a problemas de insomnio.

 

Por desgracia, los videojuegos no fomentan la actividad física. El pasar demasiado tiempo detrás de una consola o un monitor, puede provocar problemas de salud física, ya que el llevar una vida sedentaria jugando, puede contribuir al desarrollo de obesidad y otros problemas de salud física. De igual forma, el exceso de juego puede llevar a problemas de salud mental como depresión, ansiedad y estrés.

 

Los videojuegos pueden afectar negativamente las relaciones sociales y familiares, ya que llevan a un aislamiento social, el cual suele impactar negativamente en las relaciones de amistad y con la propia familia.

 

Finalmente, los videojuegos son un distractor que puede afectar negativamente la productividad y el rendimiento en el trabajo o la escuela.

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