El 27 de agosto, la diputada federal Blanca Alcalá Ruiz fue víctima de secuestro exprés en la autopista México-Puebla; la exalcaldesa de Puebla y su chofer fueron retenidos por un comando armado en Chalco, Estado de México, y liberados siete horas después.
Durante el secuestro, los delincuentes robaron dinero en efectivo, pertenencias de valor y obtuvieron información personal de las víctimas, incluyendo datos bancarios y contactos familiares, con los que intentaron extorsionar a sus allegados. Sin embargo, al descubrir que Alcalá era una legisladora federal, los secuestradores optaron por liberarla y a su chofer, no sin antes amenazarlos con represalias en caso de que denunciaran el hecho.
Y a todo esto, ¿qué es un secuestro exprés?
Un secuestro exprés es la retención de una persona contra su voluntad durante el menor tiempo posible para obtener una ganancia a cambio de su libertad, ya sea haciendo retiros de sus cuentas en cajeros automáticos o pidiendo rescate a sus familiares.
En este tipo de delitos no se tiene una estrategia para mantener cautiva a la víctima por más de 48 horas, pues los captores no planean el crimen con antelación y sólo salen a la calle en busca de una víctima.
Actualmente, el delito de secuestro se clasifica de la siguiente manera:
Secuestro simple: esta figura se establece en el caso de arrebatar, sustraer, retener u ocultar a una persona, pero con fines o propósitos diferentes a la exigencia de un rescate. Este fenómeno se clasifica como:
-Rapto: Ejecutado normalmente por familiares, sobre todo cuando se trata de menores de edad y sin arrebatados por uno de sus padres, abuelos o empleados de servicio. También es frecuente el caso de amantes, cuando uno de ellos es menor de edad.
-Simple: cuando se trata de ocultar a una persona con fines distintos a los extorsivos.
Secuestro extorsivo: consiste en arrebatar, sustraer, retener u ocultar a una persona con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad, con fines publicitarios o políticos.
Secuestro profesional: ejecutado por grupos entrenados y bien organizados que trabajan con un plan diseñado. La víctima ha sido bien seleccionada por reunir ciertos factores. Estos casos se presentan en áreas urbanas y semiurbanas, aun cuando la víctima puede ser trasladada de inmediato a una zona rural.
Secuestro virtual: son hechos que se inician a partir de una llamada telefónica en la que se simula el secuestro de un familiar o conocido de la persona que atiende el teléfono, con la finalidad de forzar la entrega de dinero y otros objetos de valor como "rescate". A diferencia de los secuestros reales, nadie está privado de la libertad ni corre riesgo. En estos casos, la víctima es la persona que recibe la llamada telefónica.
Autosecuestro: es una modalidad de secuestro en la cual la víctima participa en su propio secuestro, ya sea de forma obligada o de común acuerdo. El autosecuestro puede ser utilizado como una táctica para evitar la detección por parte de las autoridades o para hacer que la víctima se sienta culpable o responsable de su propia situación.
¿Qué diferencia hay entre el secuestro exprés y otros secuestros?
El secuestro exprés es una modalidad de secuestro que se caracteriza por ser un secuestro de corta duración, normalmente de algunas horas o días, y en el que el secuestrador busca obtener un rescate o beneficio económico de manera rápida.
Se diferencia de las otras modalidades de secuestro por la duración, el objetivo, el nivel y uso de violencia y la selección de víctimas.
El secuestro exprés es de corta duración, mientras que otros tipos de secuestros pueden durar semanas, meses o incluso años. El objetivo principal del secuestro exprés es obtener un rescate o beneficio económico de manera rápida, mientras que otros tipos de secuestros pueden tener objetivos políticos, sociales o personales.
Además, el secuestro exprés suele ser menos violento que otros tipos de secuestros, ya que el secuestrador busca evitar llamar la atención y mantener al secuestrado en un lugar seguro. Incluso, la violencia es menos común que en otros tipos de secuestros, ya que el secuestrador busca evitar dañar a la víctima y mantenerla en un estado de miedo y sumisión.
Finalmente, en el secuestro exprés, las víctimas suelen ser seleccionadas al azar o por su capacidad de pagar un rescate, mientras que en otros tipos de secuestros las víctimas pueden ser seleccionadas.