El secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental estadounidense, Brian A. Nichols, respaldó la postura del embajador de EEUU en México, Ken Salazar, acerca de la iniciativa de reforma al Poder Judicial mexicano, misma que será discutida próximamente en la Cámara de Diputados (Cámara Baja) del país latinoamericano.
"Salazar y yo compartimos un profundo respeto por la soberanía de México. Estados Unidos y México deben trabajar juntos como socios e iguales para promover la seguridad y la prosperidad en América del Norte. Como socios y amigos, compartimos nuestras preocupaciones sobre las reformas constitucionales propuestas", escribió en la red social X.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comentó en su conferencia de prensa matutina que EEUU estaba en su derecho de respaldar al diplomático Salazar. Sin embargo, tanto a él como al embajador de Canadá en México, Graeme Clark, "no les corresponde opinar sobre asuntos que solo competen a los mexicanos. Es un asunto de respeto a nuestro país", expresó minutos después del mensaje de Nichols.
Asimismo, reiteró que la pausa con EEUU y Canadá es solo con sus embajadores en suelo mexicano, sin representar una ruptura diplomática.
Las tensiones entre López Obrador y Salazar iniciaron el 22 de agosto de 2024, dos días después de que los trabajadores, magistrados y jueces que integran el Poder Judicial mexicano suspendieran sus labores como protesta por la iniciativa de reforma a este sector.
Ante ello, el embajador estadounidense afirmó que, de aprobarse la medida, se pondría en riesgo la democracia en la nación latinoamericana, así como la relación comercial entre ambas naciones. Posteriormente, moderó el tono de sus dichos y dijo que sus comentarios eran "en espíritu de colaboración".
Como respuesta, López Obrador hizo énfasis en la defensa de la soberanía e independencia de la nación que él encabeza, denostando los señalamientos de Salazar y del diplomático canadiense, Graeme Clark, quien también criticó las modificaciones.
"Le andan buscando la forma, dándole la vuelta, se andan por las ramas diciendo 'es que como hay un tratado comercial, nos podemos meter'. ¡No! Si el tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía; es [de índole] comercial, para tener muy buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones", puntualizó el 26 de agosto.