En todo México, un total de 14 estados son los que han legislado para despenalizar la interrupción legal del embarazo (ILE), siendo el más reciente Puebla desde el pasado 15 de julio. Una constante en la mayoría de los casos es que en estas entidades el aborto está permitido hasta las 12 semanas de gestación sin importar las causas, una regla con base en argumentos científicos.
Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Baja California, Colima, Guerrero, Baja California Sur, Quintana Roo, Aguascalientes, Sinaloa, Jalisco, Sinaloa y Puebla son, de momento, los únicos estados en México que permiten la ILE hasta el primer trimestre. No sólo aquí, sino que en otros países donde el aborto también es legal, está permitido hasta las 12 semanas de gestación.
El hecho de que la interrupción del embarazo esté permitida hasta las 12 semanas tiene que ver con la formación del feto. Para muchas personas resulta desconocido qué sucede antes y después de dicho periodo y cómo es el desarrollo del cuerpo del feto a lo largo de los nueve meses del embarazo.
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¿Por qué el aborto se practica antes de las 12 semanas?
En términos generales, la interrupción legal del embarazo se permite hasta las 12 semanas porque durante este tiempo el cigoto todavía no se ha desarrollado y no se le considera biológicamente como un individuo. Detrás de esto hay una serie de valoraciones bioéticas en torno a la formación del feto, su desarrollo nervioso y su reconocimiento como una persona o individuo.
De acuerdo con Jorge Carpizo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en su análisis “La interrupción del embarazo antes de las 12 semanas”, lo primero a considerar es que la vida y la vida humana no son lo mismo, ya que todos los seres vivos de este planeta, entiéndase animales y plantas, tienen vida, pero la vida humana es una cualidad inherente de nuestra especie.
El segundo punto es que la principal consideración para que el mayor atributo neurobiológico de los seres humanos es el sistema nervioso central, puntualmente la corteza cerebral. Esta es una capa de materia gris externa, ubicada en la parte externa del cerebro que recubre los hemisferios cerebrales y se divide en seis lóbulos, siendo esta la región más grande de nuestro encéfalo.
La corteza cerebral tiene injerencia en diferentes áreas de nuestro organismo, tales como la sensibilidad, la motricidad, las emociones, la comprensión del lenguaje, las funciones intelectuales, entre otras. La formación de esta inicia desde el embarazo, pero no termina incluso hasta las tres décadas después del nacimiento, aunque ello no significa que, tan pronto una persona empieza a gestar, el feto ya la tiene.
En este sentido, el documento de la UNAM argumenta que “lo que distingue al ser humano es su corteza cerebral, la cual en el embrión de 12 semanas no está formada, razón por la que dentro de ese lapso el embrión no es un individuo biológico caracterizado, ni una persona, tampoco un ser humano”.
Por lo anterior, se infiere que un embrión no tiene las cualidades para que se le considere un ser humano, pues carece de estructuras, conexiones y funciones nerviosas. La decisión de practicar el aborto hasta las 12 semanas obedece a que el embrión no siente dolor o alguna otra sensación a lo largo del proceso, por lo que, de nuevo, no se le puede catalogar como un ser humano.
Muchas personas desconocen qué pasaría si la interrupción del embarazo se da antes o después de dicho plazo de tres meses. Si se hace con anterioridad no hay ninguna consideración especial, pues la semana doce se establece como un tiempo límite recomendado, por lo que incluso se podría llevar a cabo después de dicho tiempo, como sucede en España, donde incluso se puede hasta las 14 semanas.
De hecho, se sabe que la formación del sistema nervioso central y del desarrollo estructural del cerebro puede durar hasta las 16 semanas fetales, aproximadamente a las 18 semanas de gestación. A partir de este periodo también empiezan a formarse otras particularidades, como en la semana 14 que es donde ya se puede determinar el sexo del embrión.
En adelante, el feto sigue desarrollándose, crece, gana peso e inclusive se vuelve más fuerte físicamente. Durante el segundo trimestre, de las semanas 13 a la 28, los huesos se hacen más duros, la piel se engrosa, salen las uñas de pies y manos, pero más importante, es cuando el sistema nervioso termina de formarse a nivel estructural, dando lugar a la audición, sensibilidad y movimiento y otras funciones.
Finalmente, durante el tercer trimestre el feto es cuando comienza a desarrollarse por completo e incluso puede llegar a sobrevivir fuera del útero antes de las 36 semanas. Durante este tiempo, los párpados se abren parcialmente y crecen las pestañas, es cuando ya patea, sale el cabello y gana peso a un ritmo acelerado, además de que ocupa la mayor parte del saco amniótico.
Todo lo anterior sucede al mismo tiempo que el sistema nervioso cobra más relevancia en el organismo. Este empieza a controlar los movimientos para practicar la respiración, se vuelve más sensible al grado de percibir luz y se mueve con más prominencia. Al final, el feto cambia de posición y está listo para el trabajo de parto.
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