Exniñera se declara culpable de la muerte de un hombre al que golpeó cuando era un bebé

Terry McKirchy, una mujer de 62 años y exniñera, fue condenada a tres años de prisión tras declararse culpable de homicidio involuntario en relación a la muerte de Benjamin Dowling, un hombre a quien presuntamente causó lesiones severas en 1984, cuando él tenía apenas cinco meses. El incidente ocurrió en Florida, y dejó a Dowling con discapacidades que lo acompañaron durante el resto de su vida, hasta su muerte en 2019 a los 35 años.

De acuerdo a una carta que el abogado defensor de la acusada leyó, la exniñera pidió disculpas a la familia Dowling, aceptando que golpeó al bebé cuando se sintió abrumada y agotada después de cuidar a varios niños. Este violento acto causó una hemorragia cerebral al bebé, provocando un daño neurológico irreversible. En 2019, la autopsia concluyó que la causa de fallecimiento estaba directamente relacionada con las lesiones que sufrió en su infancia.

A lo largo de su vida, Benjamin Dowling nunca pudo hablar ni moverse por sí mismo. Requirió varias cirugías, entre las que destaca la inserción de varillas de metal en su columna vertebral, y dependía completamente de una sonda para alimentarse.

“Benjamin sonreía cuando estaba con su familia, aunque nunca podía verbalizar nada. Creemos que sabía quiénes éramos y que estábamos trabajando duro para ayudarlo”, comentaron los padres.

Esta condena no es la primera que McKirchy enfrenta por el maltrato a Dowling, ya que en 1985 fue sentenciada a pasar los fines de semana en prisión hasta el nacimiento de su propio hijo y luego se le dio libertad condicional por tres años. Sin embargo, con la muerte de Dowling en 2019 y la autopsia, las autoridades optaron por reabrir el caso y condenar a la mujer.

El caso de Benjamin Dowling es un ejemplo del “síndrome de bebé sacudido” o traumatismo craneal infringido, y constituye una forma de maltrato infantil. Este tipo de abuso destruye las neuronas cerebrales y puede impedir que el cerebro reciba suficiente oxígeno, causando un daño permanente e incluso la muerte.