Discriminación y falta de apoyo llevan a 1.8 millones de adultos mayores a sufrir depresión: UPAEP

Discriminación y falta de apoyo llevan a 1.8 millones de adultos mayores a sufrir depresión: UPAEP

Foto: Enfoque / Archivo

La doctora Karina Cerezo Huerta, del área de Sicología de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), dio a conocer que en México cerca de 10 % de la población de adultos mayores podrían padecer depresión. En este sentido, destacó que parte del problema está en la discriminación social y la falta de políticas públicas para atender esta situación.

 

Karina Cerezo explicó que actualmente en México hay entre 17 y 18 millones de adultos mayores, de acuerdo con las últimas cifras del 2023. De este universo, entre el 7 y el 10 % podrían padecer depresión, lo que se traduce hasta en 1.8 millones de personas de la tercera edad en dicha condición.

 

 

La depresión, dijo, es una condición que se refiere a una combinación de factores, tales como las experiencias de vida y de crianza, que dan lugar a una respuesta emocional negativa. Contrario a lo que se pudiera pensar, se manifiesta de diferentes maneras, no sólo con síntomas de tristeza, sino también con irritabilidad, enojo o pérdida del interés, todo afectando la calidad de vida.

 

“Tiene muchas causas y muchas formas de manifestarse, pero de manera última, van a acabar afectando la calidad de vida y las relaciones interpersonales”, acotó.

 

Precisó que la sintomatología de la depresión normalmente se ve cuando una persona lleva sus comportamientos a los extremos. Esto significa que un adulto deprimido puede dejar de comer nutritivamente o comer mal en exceso, dormir mal, despertarse tarde o dormir mucho durante el día. Asimismo, alguien pasar de hacer actividades por placer, a caer en un estado de anhedonia.

 

Aunado a esto, Karina Cerezo expuso que la sociedad tiende a denigrar a los adultos mayores por condiciones propias de su edad, el llamado “viejismo”. Este se manifiesta con señalamientos por su lentitud al moverse, el deterioro de sus capacidades cognitivas y el uso de lenguaje para referir que todo lo que está mal es ser viejo.

 

 

Por último, la especialista dijo que si bien existen medidas para apoyar a este grupo, tales como derechos humanos y leyes que protegen la salud física y mental, en los hechos la mayoría queda en el papel. Muchos requieren atención sicológica y médica de manera especializada, pero en nuestro país la formación para el cuidado de los adultos mayores es nula.

 

“A día de hoy no hay una regulación de quién se forma, dónde se forma, para qué se forma, a qué tipo de adultos van a atender. Se convierten en buenas intenciones, pero no necesariamente en personas que estén formadas para atender a los adultos mayores”, finalizó.

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