En días pasados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la infección mpox, también conocida como viruela del mono, como una emergencia de salud pública a escala internacional, pues en lo que va del 2024 se ha registrado un incremento de casos en diversos países africanos.
En nuestro país, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave), integrado por las instituciones del sector salud en México, emitió un aviso epidemiológico para pedir a las unidades médicas que establezcan vigilancia y notifiquen los casos probables para reducir, en lo posible, las cadenas de contagios.
De acuerdo con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, hasta el 3 de agosto se han identificado 212 casos probables de mpox en lo que va del año, de los cuales 49 están confirmados y se encuentran distribuidos en 11 estados.
Alejandro Macías, médico infectólogo conocido como el zar de la influenza en México, ha señalado que, aunque existe una vacuna de un virus atenuado contra el mpox, solo está disponible en algunos países como Estados Unidos.
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Ante esta situación, el epidemiólogo sostiene que México no está preparado para enfrentar una pandemia, al no haber suficiente inversión en materia de salud, aunque afirma que el Sistema Nacional de Salud cuenta con la capacidad para ejecutar el diagnóstico clínico y por laboratorio en el caso de la viruela del mono.
Sin embargo, en diversas ocasiones ha señalado que el sistema de salud mexicano es un fracaso, al no haber un sistema primario de atención de vacunación, lo que lleva a las personas a atenderse en farmacias privadas.
El también excomisionado de salud durante la pandemia de gripe H1N1, ha instado a la reactivación de las jornadas de vacunación contra la viruela, ante la evolución en la transmisión del virus y la declaratoria de emergencia internacional emitida por la OMS.
En su cuenta de X, el epidemiólogo destacó que, contrario a lo que se pensaba anteriormente, la viruela símica se está propagando no solo a través de relaciones sexuales, sino también por el simple contacto piel a piel, lo que indica una posible mayor agresividad del virus.
Por ello, sugirió que es crucial que México y algunos países de América Latina, donde también se están reportando casos, consideren la adquisición de vacunas contra la viruela e implementen campañas de información y de salud más amplias para educar a la población sobre las medidas preventivas y de control.
¿Cuáles fueron los errores durante la pandemia de COVID-19 que no se pueden volver a cometer?
De acuerdo con el reporte “Mexico’s Response to COVID-19: A Case Study del Institute for Global Health Sciences”, la pandemia de COVID-19 puso a prueba las políticas y sistemas de salud de todo el mundo, y México se convirtió en uno de los ejemplos más claros de las consecuencias negativas que la mala organización institucional, la falta de liderazgo político y la mínima inversión en el sistema de salud pueden ocasionar a un país.
Con la undécima población más grande a nivel mundial, México se convirtió en el tercer país con mayor número de muertes por COVID-19 reportadas en el mundo y el cuarto con exceso de mortalidad por todas las causas entre los países con cifras disponibles al respecto.
Desde que inició la pandemia, el gobierno mexicano puso el énfasis de la responsabilidad sobre las muertes por COVID-19 en las inequidades económicas y sociales de los mexicanos, sus altas tasas de comorbilidades y en los recursos insuficientes que ya venía arrastrando el sistema de salud desde antes de la emergencia.
Sin embargo, el gobierno mexicano careció de una estrategia para contener los contagios y apostó por la llamada "inmunidad de rebaño", manteniendo siempre que uno de sus objetivos era lograr espaciar los contagios para evitar la saturación de los hospitales. De igual forma, Andrés Manuel López Obrador nunca afrontó la decisión de no fijar ninguna restricción en las fronteras aéreas para controlar la entrada de personas al país.
México nunca tuvo una estrategia para detener los contagios por COVID-19; solo hizo pruebas a casos con sintomatología bastante avanzada, por lo que nunca se supo cuántos contagios hubo realmente.
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