¡Qué eficiencia la de la Fiscalía de CDMX! El propio encargado del Despacho, el dizque abogado Ulises Lara, atiende ipso facto las quejas de los ciudadanos… siempre y cuando éstos hayan hecho profesión de fe morenista y hayan rendido su voluntad a la de López Obrador.
Fue el caso, hace dos noches de la fallida detención de Javier Corral, exgobernador panista de Chihuahua quien dio el chaquetazo a Morena, misma que no se llevó a cabo por la intervención personal del ex vocero de Ernestina Godoy.
Y como bien dicen que la mejor defensa es el ataque, ya a salvo bajo la protección de la 4T, Corral se lanzó en contra de su sucesora en la gubernatura, la panista María Eugenia Campos, a quien tildó de ser algo así como títere cuyos hilos estarían moviendo César Duarte y Manlio Fabio Beltrones.
Eso, señor Corral, es violencia política de género.
¿Que no sería mejor que, en lugar de lanzar diatribas, el ya casi casi senador Corral presentara pruebas de su supuesta inocencia en los cargos de corrupción y peculado que le imputan?
Tiene suerte, eso sí. Lo salva Ulises Lara y en su mañanera lo indulta el Juez Supremo López Obrador.
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Desde hace tiempo corre en redes un meme de la ex velocista y ahora directora de la Comisión Nacional del Deporte Ana Guevara en la que se dice que tiene bien ganada la medalla de cobre de la Administración de la 4T que padecemos todos los mexicanos. Sí, también quienes votan por Morena, aunque todavía no abren los ojos para darse cuenta.
Hace un par de días, orgullosa, doña Ana sacó a relucir esa medalla de cobre.
Su defensa ante lo que ella considera ataques y que son críticas fue que “entre más me chingan más me crezco. Todo lo que gano me lo trago, me lo unto, me lo visto como me da mi chingada gana…”.
Y que no tiene a nadie a quien rendirle cuentas.
¿Ni a la Auditoría Superior de la Federación? ¿O será esta su “marida”?
¡Que pase al podio, doña Ana, y que escuche el Himno Nacional!
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Todo cae por su propio peso. Y el peso político de Samuel García se desplomó, luego de que no pudo hacer a su señora esposa, Mariana Rodríguez, alcaldesa de Monterrey, la capital de la entidad que él dizque gobierna.
Una tras otra derrota. Primero, su fallida intentona de ser candidato presidencial. El gusto le duró apenas una decena de días.
Luego, la muy posible cancelación de la gigafactory con la que Elon Musk lo toreó durante meses y él embistió el capote con, ya para entonces, toda su menguada fuerza política.
Y como cereza del pastel, la derrota electoral de su cónyuge a manos de su némesis Adrián de la Garza, no obstante sus cabildeos en la capital del país y los muchos tiktoks de la propia influencer.
Todavía le restan tres años de mandato.
¿Cuántas derrotas más?
@AndySKBrown1
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