Un nuevo juego político está por arrancar en nuestro país, donde descubrir la identidad del “tapado” movió millones de pesos en apuestas.
Lástima que ese juego se desechó cuando en este sexenio se instauró el de las “corcholatas” que, además, no tenía ningún chiste pues no hacía falta saber de antemano que la “destapada” sería Claudia Sheinbaum.
El que no ha muerto es el de la “gabinetitis”. Conocidos ya la mayoría de los nombres de quienes acompañarán a la próxima presidente, en el cotarro se especula si repetirán Bartlett y Romero Oropeza, quiénes serán subsecretarios y, sobre todo, los nombres del general y el almirante que encabezarán Sedena y Semar.
El nuevo juego parte de la declaración que ayer hiciera el “deportista” AMLO, quien dice que le pega al punching bag, lo mismo que a la bola beisbolera:
"Hago cierto ejercicio, hago box de vez en cuando, además, suelta uno ahí pegándole al costal, es como cuando se batea y viene la pelota y ve uno la carita de alguien y... ¡tómala!".
¿La carita de quién? ¿De Loret? ¿De Casar? ¿De Marko?
Eso sí, no creo que sea la de algún delincuente.
¡Corren las apuestas!
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No hay en Brooklyn quienes sepan más de narcopolítica en México que el juez Brian Cogan y su equipo.
Encabezó el juicio de Genaro García Luna en el que comparecieron varios criminales como testigos de la fiscalía.
Y aunque frenó las menciones a López Obrador cuando se dijo que fue receptor de recursos del narco para el sostenimiento de sus campañas por considerar que no eran materia del caso, quedó ahí en el juzgado la espinita que todavía lastima al inquilino de Palacio Nacional.
Cogan negó ayer un nuevo juicio al exsecretario de (in)Seguridad de Felipe Calderón.
Pero, de acuerdo con una filtración difundida por The New York Times, tiene encima una nueva tarea relacionada con la narcopolítica mexicana: en su juzgado se llevaría a cabo el proceso de “el señor Zambada” –como lo llama, respetuosamente, AMLO--, lo que implica que otra vez desde la llamada Urbe de Hierro los mexicanos nos enteraremos de lo que los diferentes gobiernos federales no han investigado o, si lo han hecho, no han querido divulgar.
¡Otra vez New York!
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El lunes fue la autopista México – Pachuca, bloqueada por manifestantes a la hora pico matutina.
El llamado Arco Norte constantemente es cerrado por campesinos.
El martes impidieron la circulación durante más de nueve horas.
La México – Puebla también es constantemente sitiada por quienes protestan por falta de indemnización por los terrenos que les fueron expropiados para construir esa autopista. Hacia el mediodía ya sumaban 20 horas del impedimento al libre tránsito de todo tipo de vehículos.
Es el “pueblo bueno y sabio” defraudado por las autoridades de este y anteriores sexenios el que ha encontrado el modus operandi para obligar a las autoridades del Estado de México y de la Federación –ambos de Morena--, sin que consigan disuadirlos, porque los reclamantes ya saben que ni el gobierno de Delfina Gómez ni el de López Obrador les van a cumplir.
¿Creerán en el gobierno que con este tipo de reclamos y sin que se consuman los acuerdos entre autoridades y reclamantes habrá nearshoring que lo resista?
No le digo que es pregunta, porque usted bien sabe que los signos de interrogación así lo indican.
@AndySKBrown1
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