Khalid Shaikh Mohammed, la mente detrás de los ataques del 11 de septiembre, y sus cómplices, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, aceptaron declararse culpables del ataque terrorista a cambio de una sentencia de cadena perpetua.
Los tres hombres, que están recluidos en la prisión de Guantánamo en Cuba desde 2003, podrían enfrentar la pena de muerte por el ataque perpetrado en la ciudad de Nueva York que dejó a casi 3,000 personas fallecidas. Durante más de una década, su juicio se vio pospuesto por varios procedimientos previos con relación a la posible contaminación de las pruebas por las torturas a las que fueron sometidos en las prisiones secretas de la CIA.
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— Oliver Bateman Does the Work (@MoustacheClubUS) August 1, 2024
De acuerdo con The New York Times, el acuerdo se hizo público a través de una carta de los fiscales del tribunal de guerra dirigida a los familiares de las víctimas de los ataques del 11S. “A cambio de la eliminación de la pena de muerte como posible castigo, estos tres acusados aceptaron declararse culpables de todos los delitos que se les imputan, incluido el asesinato de las 2,976 personas enumeradas en el pliego de cargos”, indica la carta firmada por Aaron C. Rugh, fiscal jefe de comisiones militares y tres abogados de su equipo.
El 11 de septiembre de 2001, 19 hombres armados secuestraron cuatro aviones comerciales y estrellaron dos de ellos contra las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, uno más terminó estrellado en el Pentágono y el último en un campo de Pensilvania. Los detenidos fueron imputados como los organizadores del atentado terrorista, así como violar la ley de guerra, atacar civiles y conspiración.
Mohammed es un ingeniero que estudió en Estados Unidos y fue quien tuvo la idea de secuestrar aviones y estrellarlos en varios puntos del país. De acuerdo con información oficial, Khalid presentó su plan a Osama bin Laden en 1996, organizó los entrenamientos y dirigió a los secuestradores.