Latinoamérica, una región marcada por dictadores y represores

Latinoamérica, una región marcada por dictadores y represores

Foto: Freepik

El pasado 28 de julio en Venezuela se celebraron las elecciones presidenciales en las que, una vez más, el ganador resultó ser Nicolás Maduro, el mandatario que se mantendrá en el poder hasta el 2031. Este sería el tercer periodo presidencial de Maduro, a quien se considera un dictador por la forma en que se perpetúa en el cargo, algo que también se vio en otros dictadores latinoamericanos.

 

Maduro se volvió presidente en 2013 después de la muerte de Hugo Chávez, su primera reelección la logró en 2018 en un proceso adelantado y en el que los principales líderes opositores fueron encarcelados. Ahora, en 2024 Nicolás Maduro consiguió su segunda reelección hasta el 2031 con el 51.2 % de los votos, frente al 44.2 % del opositor Edmundo González Urrutia.

 

Derivado de los resultados, en Venezuela la gente salió a protestar ante el supuesto triunfo de Maduro, además de que países como Chile piden transparencia en el resultado de las elecciones. Maduro es uno más de los dictadores en la región que se extienden en el poder por un largo periodo, a pesar de que la población de su país los rechaza por las malas condiciones que se generan.

 

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Otros dictadores de Latinoamérica

 

Augusto Pinochet: Cuando el presidente de Chile era Salvador Allende, el general Augusto Pinochet dio un golpe de estado para removerlo del poder el 11 de septiembre de 1973, dando lugar a un régimen militar que se extendió por 17 años. En la dictadura de Pinochet, los chilenos sufrieron la dureza del gobierno, ya que las desapariciones y asesinatos a discreción eran parte del día a día.

 

En sus 17 años al frente de la nación, Pinochet se valió de los asesinatos, censura y la desaparición de todo aquel que se opusiera a su gobierno. Las cifras de víctimas varían, pues hay referencias de más de 38,000 y otras de 60,000, en las que se incluyen asesinados, torturados y desaparecidos. En 1990 Pinochet dejó el cargo y en 1998 fue detenido en Londres, Inglaterra, acusado de genocidio, pero nunca se le condenó; murió en 2006 a los 91 años.

 

 

Jorge Videla: En el caso de Argentina, Jorge Rafael Videla fue otro militar que llegó al poder por un golpe de estado en el que derrocó a la presidenta elegida democráticamente María Estela Martínez de Perón, para instaurar un régimen militar. El llamado “Proceso de Reorganización Nacional” fue el movimiento con el que Videla se mantuvo en el poder de 1976 a 1981, aunque siguieron gobernando hasta 1983, cuando se disolvió.

 

Como Pinochet, Videla se caracterizó por comandar un régimen sin apertura a la oposición, dejando entre 7,000 y 8,000 muertos y desaparecidos que él mismo confesó. Contrario a otros dictadores, cuando se restauró la democracia Videla fue juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad, muriendo el 17 de mayo del 2013 sentado en el baño de su celda.

 

Fulgencio Batista: Entre 1952 y 1959, Fulgencio Batista impuso una dictadura en Cuba en la que se distinguió por los abusos, excesos y la represión en contra de la gente de la isla. En 1940 fue elegido democráticamente para la presidencia de Cuba y una vez que dejó el cargo se fue a Estados Unidos por ocho años, volviendo al país para contender nuevamente por la presidencia en 1952.

 

Cuatro meses antes de las elecciones, Fulgencio asaltó el poder con un golpe de estado. En su gobierno, Batista abolió la constitución cubana para mantenerse en el cargo, persiguió y encarceló a los líderes comunistas, además de que tuvo negocios de prostitución y apuestas. Fulgencio fue derrocado por la revolución encabezada por Fidel Castro y Ernesto “el Che” Guevara, aunque pudo huir con varios millones de dólares para morir en España en 1973 a causa de un paro cardíaco.

 

 

Fidel Castro: Tras derrocar a Fulgencio Batista, Fidel Castro se ganó el apoyo de miles de cubanos que lo veían como un líder, aunque a la postre se aprovechó de esta posición para mantenerse en el poder. Desde 1959, Fidel Castro instauró un régimen autoritario de corte comunista y allegado a la Unión Soviética, que en ese entonces era uno de sus mayores aliados después de romper todas las relaciones con Estados Unidos.

 

La dictadura se caracterizó por no darle lugar a los críticos ni a los opositores, la falta de libertades, el empobrecimiento de su gente y el éxodo de miles de cubanos cada año. Se volvió en un sistema de un único partido con el que controló todos los aspectos de la vida pública, desde el gobierno hasta los medios de producción y los de comunicación, además de que perseguía a los disidentes.

 

Fidel Castro estuvo en el poder hasta el 2008 pero le dejó el cargo a su hermano Raúl Castro, aunque desde el 2019 el presidente es Miguel Díaz Canel. Desde ese entonces fue diputado y secretario del Partido Comunista de Cuba. En 2016 murió sin que se le adjudicara alguna responsabilidad.

 

 

Familia Somoza: En el caso de Nicaragua hubo otro caso en el que no fue un hombre, sino toda una familia la que usurpó el poder por décadas, los Somoza. De 1937 a 1979, Anastasio Somoza García, sus hijos Luis y Anastasio Somoza Debayle gobernaron Nicaragua en una dictadura que se distinguió por ser sumisa y alineada a los intereses de Estados Unidos sobre los del pueblo nicaragüense.

 

La Guardia Nacional de Nicaragua, el cuerpo militar más importante del país, era el brazo con el que los Somoza reprimían y eliminaban a cualquier opositor a su régimen. Mientras la población se empobreció en más de 40 años, los Somoza y su descendencia amasaron grandes fortunas hasta el momento en que los derrocaron con la Revolución Sandinista en 1979.

 

Los últimos miembros de la familia Somoza que permanecían en Nicaragua tuvieron que exiliarse a otros países de Latinoamérica, muchos de ellos con fortunas que les alcanzaron para mantener su estilo de vida opulento. En México se refugiaron algunos descendientes de esta familia, siendo la descendiente más conocida la conductora Martha Debayle.

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