Una vez más, una motocicleta fue la protagonista de un aparatoso accidente en la ciudad de Puebla, ya que por la tarde del 30 de julio una pareja se impactó contra un auto en la diagonal Defensores y la calzada Zaragoza. En este caso el motivo del incidente fue la conducción negligente al dar una vuelta prohibida, aunque esta no es la única práctica indebida en quienes manejan vehículos de dos ruedas.
Cerca del mediodía de ayer, una pareja transitaba sobre la diagonal Defensores con rumbo a la China Poblana, por lo que al llegar al cruce con la calzada Zaragoza, dieron vuelta a la izquierda para incorporarse a dicha vialidad. Esto provocó que un auto que circulaba por la zona los impactara, dejándolos lesionados en el suelo y al conductor con la pérdida de dos dedos de la mano izquierda.
Este accidente supuso al menos dos imprudencias por parte del motociclista, pues en primer lugar, la vuelta a la izquierda está prohibida en dicha avenida, además de que invadió el carril confinado del RUTA. Las imprudencias y malas prácticas de los que viajan en moto se ven todos los días, pues además de dar vueltas prohibidas, suelen invadir lugares prohibidos o exceden los límites de velocidad.
Al momento de la conducción, una de las prácticas indebidas de los motociclistas es avanzar zigzagueando en medio de los automóviles. A esto se suma que también hay quienes circulan entre carriles mientras los autos están en movimiento, algo que es un riesgo para ambos y está parcialmente permitido sólo cuando hay un alto total en la circulación.
Estos son dos hábitos peligrosos tanto para motociclistas como automovilistas, ya que, por lo general, lo hacen sin prender las luces intermitentes o las direccionales para avisar de sus maniobras, por lo que toman por sorpresa a los demás al intentar cambiar de carril, al mismo tiempo de que no prevén cuando los demás lo harán.
Por otra parte, gracias a que caben fácilmente en espacios donde los coches no, los motociclistas suelen aprovechar esto para evadir el tráfico invadiendo ciclopistas o completamente subiéndose a las banquetas. Esto se da especialmente cuando hay embotellamientos o circulación lenta, pero es algo que se ve todos los días, lo que puede llevar a accidentes con peatones y ciclistas.
Las ciclopistas y banquetas no son los únicos lugares donde se ve la presencia de motos a pesar de estar prohibido, toda vez que las calles que son 100 % peatonales tampoco se salvan de la invasión de estos vehículos. Esto se ve más en las vías peatonales del Centro Histórico, en la Plaza de la Democracia, la 3 poniente, en la 5 de mayo y el tramo de la 16 de Septiembre, donde también se estacionan.
Esto lo hacen a pesar de que es una multa que se contempla en el Reglamento de Tránsito de la ciudad. En los casos donde se circula por vías restringidas, las multas van de los ocho a 12 días, equivalente a los 868.56 o 1,302.84 pesos.
Una costumbre más de los motociclistas es exceder los límites de velocidad sin mayor inconveniente, algo que es un riesgo para todas las personas en la vía pública. Ir a exceso de velocidad es un riesgo porque, en primer lugar, se vuelve más complicado controlar la unidad, lo que propicia accidentes, más si las condiciones del clima no favorecen con lluvia y piso mojado.
Asimismo, esto afecta a los automovilistas y demás motociclistas que sí circulan con precaución y quedan a expensas de un choque con trágicas consecuencias, como los casos donde mueren los conductores de moto y los del auto también resultan lesionados. En tanto, los peatones no están libres de peligro, pues son los más vulnerables ante un posible atropellamiento.
También están los escenarios, no pocos, en los que en una moto van tres, cuatro o hasta cinco personas, algunos de ellos menores de edad. Esto es peligroso en muchos sentidos, ya que las motos no están diseñadas para soportar tanto peso, además de que al tomar velocidad se complica el control de la unidad, lo que incrementa las posibilidades de sufrir un accidente con un coche o por caída.
Por último, está la mala práctica de los motociclistas que circulan sin los elementos de seguridad necesarios, iniciando por el casco. Es bien sabido que la mayoría de las muertes de tránsito en motociclistas se podrían evitar con el uso de un casco certificado, aunque en toda la ciudad lo usual es ver cómo los conductores son omisos y no lo usan, sin hablar de coderas, rodilleras o sin la chamarra adecuada para la protección en caso de caída.