En la isla de Lamu, cerca de la costa de Kenia, la contaminación por plástico se convirtió en una crisis alarmante que afecta a especies animales como los burros, los cuales son esenciales en las actividades diarias de los habitantes.
De acuerdo con la Unesco, este lugar es patrimonio mundial debido a que alberga a la cultura swahili, además de ser un lugar exento de la presencia de automóviles. Sin embargo, la falta de vegetación llevó a la población de burros a buscar alimento en los vertederos de basura, causando que los animales mueran por cólicos nutricionales.
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Portsmouth indica que se hallaron hasta 30 centímetros de plástico anudado en las heces de los animales después de que los veterinarios del Donkey Sanctuary les suministraran laxantes.
“El problema de la contaminación por plásticos está empeorando y necesitamos saber cómo afecta a los animales que desempeñan un papel tan importante en estas comunidades”, señaló la doctora Leanne Proops del Revolution Plastics Institute.
Por su parte, el Donkey Sanctuary continúa colaborando con los diferentes grupos comunitarios para educar y fomentar la recolección y el reciclaje del plástico en la región. “La única solución es trabajar con la comunidad local para reducir la contaminación por plástico, una tarea monumental que requiere la participación de todos”, aseguró Proops.