Thomas Matthew Crooks, el tirador que atentó contra Donald Trump en Pittsburgh, Pensilvania, había volado un dron durante al menos 11 minutos sobre el área donde sería el mitin, según dio a conocer Paul Abatte, subdirector del FBI, y Ronald Rowe Jr., director del Servicio Secreto.
De acuerdo con la investigación, Crooks practicaba tiro deportivo, por lo que contaba con varias armas, y adquirió las municiones de camino al mitin. Alrededor de las 15:40 horas, el joven hizo una transmisión en vivo a través de la cámara del dron para reconocer el terreno y ver la disposición del escenario. Más tarde, hallaron el dron en el vehículo del tirador.
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Poco antes de las 17:00 horas, el joven fue identificado como sospechoso por los agentes de seguridad y el FBI, por lo que le tomaron una fotografía; sin embargo, aun así pudo subir al edificio de donde disparó. Tan solo una hora después, se ordenó la búsqueda del sospechoso, y aunque un oficial lo encontró a las 18:000 horas y lo reportó, 30 segundos después Crooks efectuó 8 disparos contra Donald Trump.
Tras lo sucedido, y después de reconocer que existieron fallos en la seguridad del mitin, tanto Abbate como Rowe, aseguraron que habrá una mejora en la vigilancia de la próxima reunión de los demócratas en Chicago.
