Legitimar decisiones y dividir votos, el camino de los partidos satélite en México

Legitimar decisiones y dividir votos, el camino de los partidos satélite en México

Foto: FreePik y Enfoque

A casi dos meses del fracaso electoral de la oposición conformada por el PANPRI y PRD, hay militantes del instituto blanquiazul que manifestaron su arrepentimiento de ir en alianza con el tricolor, uno de ellos el joven panista Miguel De Samaniego. Durante una entrevista, De Samaniego aseguró que la alianza con el PRI fue un error, ya que este partido terminará como un satélite de Morena.

 

En el programa “Atypical Te Ve”, el panista Miguel De Samaniego explicó que por la posible reelección de Alejandro “Alito” Moreno, el PRI estará muerto y se convertirá en un satélite de Morena. “El PRI ha muerto. Yo lo que veo grave en el PRI, y espero estar equivocado, es que va a terminar siendo un satélite de Morena”, aseguró en el programa que se transmite en Youtube.

 

Los partidos satélites son aquellos que se alían con los dominantes y sirven para legitimar los intereses de otro más grande, o para dividir el voto a favor de un bando. A lo largo de la historia de México han existido múltiples partidos de esta naturaleza, algunos que desaparecen con el paso del tiempo y otros que se mantienen vivos con papeles discretos, pero alineados a los que dominan la política.

 

Los partidos satélites de México

 

Un ejemplo de este tipo de institutos es el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), uno de los que históricamente han ido de una alianza a otra, sin importar las contradicciones ideológicas. El Verde existe desde 1986, aunque desde 1991 se le conoce como PVEM, partido que nunca ha tenido clara su ideología, pues tuvo alianzas con partidos de centro, derecha y actualmente con los de izquierda.

 

1994 fue la única ocasión donde tuvieron a un candidato propio a la presidencia con su dirigente nacional Jorge González Torres. En adelante, para el 2000 y 2006 fueron con el PAN y sus candidatos Vicente Fox y Felipe Calderón, respectivamente. Para el 2012 y 2018 apoyaron a los priistas Enrique Peña Nieto y José Antonio Meade. Finalmente, en 2024 fueron en coalición con Morena y el PT para llevar a la presidencia a Claudia Sheinbaum.

 

El Verde siempre ha legitimado y respaldado las decisiones de los partidos a los que apoya, que son aquellos que están en el poder. Por lo general sólo buscaban no perder el registro, pero gracias a su alianza con la 4T, el Verde se alzó como la segunda fuerza política, toda vez que contará con 77 diputados federales, mientras que en el Senado será cuarto lugar con 14 lugares.

 

Situación similar es la del Partido del Trabajo (PT), un instituto que hoy se mantiene vivo y crece gracias a su alianza con Morena, pero que en otros años fue aliado del PRI y del PAN. Desde su fundación, el partido de izquierda ha estado bajo el mando de un sólo hombre, Alberto “el Profe” Anaya, quien fue cercano al expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien incluso le ayudó a salvar el registro en 1991.

 

El PT sólo ha tenido una candidata en las elecciones presidenciales, Cecilia Soto, toda vez que se unen a partidos con más posibilidades de ganar, como antes lo fue el PRD y en lo más reciente a Morena. A nivel local, también ha estado en alianza con el PRI y con el PAN, únicamente buscando la conservación del registro y la representación en algunos espacios.

 

Otro caso es el del Partido Nueva Alianza (Panal), un instituto fundado por el magisterio y ligado a la exlíder sindical Elba Esther Gordillo. Nueva Alianza tuvo registro como partido desde el 2005 y siempre estuvo alineado al PRI, en especial durante el gobierno de Peña Nieto, hasta que perdieron el registro a nivel nacional en las elecciones federales del 2018.

 

Sin embargo, en 18 estados todavía se mantuvo vivo y se volvió aliado de Morena, con el que compitió en 2024 en casi todas las entidades. Después del 2 de junio, en entidades como Puebla lograron salvar su registro local e inclusive se hicieron de ayuntamientos y curules en el Congreso Local, todo por el apoyo de la 4T.

 

Un escenario familiar ocurrió con Redes Sociales Progresistas (RSP), instituto que tuvo una vida fugaz, pues se fundó en 2020, también por el supuesto impulso de Elba Esther Gordillo, y no fue capaz de mantener su vigencia en las elecciones del 2021. Ese año incluso recurrieron, sin éxito, a la práctica de usar a personajes de la farándula, las redes sociales y modelos de Onlyfans para ganar votos.

 

En el ámbito local también hay institutos que fungen con la labor de ser aliados de los partidos más prominentes. Ejemplo de esto en Puebla son partidos como Pacto Social de Integración (PSI) o Compromiso Por Puebla (CPP), dos institutos que le sirven o sirvieron a los regímenes del PAN en el estado, sobre todo durante la época del gobernador Rafael Moreno Valle.

 

En el caso del PSI, desde su fundación en 2013 siempre se apegó al PAN como su mayor aliado en elecciones, además de que siempre estuvo bajo el control de Carlos Navarro hasta el momento de su muerte este año, para luego pasar a su hija, Nadia Navarro. En varias ocasiones, como el 2 de junio pasado, han estado cerca de perder el registro, aunque siempre se salvan por un margen mínimo.

 

Caso contrario de CPP, que existió desde el 2012 hasta el 2021 como otro satélite del “morenovallismo”, corriente con la que fue en alianza en todo momento hasta que por fin perdió su registro hace tres años al no alcanzar el 3 % de votación. De hecho, su origen se remonta al 2010, año en que PANPRDConvergencia (hoy Movimiento Ciudadano) y Panal llamaron a su coalición “Compromiso Por Puebla”, llevando a Moreno Valle a la gubernatura.

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