Desinfluencers, figuras opuestas al consumismo y la opulencia

El marketing de influencers ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, y en 2024 sigue siendo una estrategia clave en el panorama digital. Las agencias de publicidad y las marcas han encontrado en las redes sociales un nuevo espacio para la creación y divulgación de campañas de marketing a través de la figura de los influencers. Entre todas ellas, destaca una en especial, TikTok. Si bien fue concebida para la publicación de retos virales y vídeos breves, ha acabado convirtiéndose para casi 70% de los anunciantes en el principal canal social para desarrollar sus campañas publicitarias con influencers.

Sin embargo, desde hace un tiempo, varios jóvenes, llamados “desinfluencers”, han empezado a compartir en redes sociales los productos que no se deben comprar. La tendencia se llama #deinfluencing y se hizo tan popular que a finales de marzo de 2023 alcanzó más de 430 millones de visualizaciones en TikTok

Los desinfluencers son una comunidad que crece cada día más en TikTok, son creadores de contenido que animan a sus seguidores a no comprar o usar un producto o servicio en específico, advirtiendo sobre la sobrevaloración de los mismos. Esta nueva comunidad surge como respuesta a la falta de transparencia y honestidad en la promoción publicitaria en las redes sociales.

Dentro de las ventajas a favor de los desinfluencers, destaca que cuentan con una mayor transparencia y credibilidad en sus opiniones al rechazar las dinámicas comerciales de las redes sociales y poner a prueba la efectividad de los productos en sus videos, ofreciendo recomendaciones más auténticas y honestas a los usuarios.

Asimismo, el desinfluencer fomenta el consumo consciente, sobre todo a favor de aquellas empresas que buscan ejecutar campañas enfocadas en la sostenibilidad. De esta manera, las marcas generan contenido de valor y mensajes con propósito a sus audiencias, generando un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

Por el momento, los desinfluencers son una opción asequible para el mercado actual, especialmente para las pequeñas empresas y emprendimientos que manejan presupuestos más reducidos.

Por el lado contrario, dentro de las desventajas está su alcance limitado, y es que a pesar de ir ganando cada vez mayor popularidad en TikTok, estos creadores no tienen una comunidad tan grande como la de los “celebrities”. Esto podría significar un problema para los especialistas de marketing, ya que no se sabría con exactitud si el contenido generado por los desinfluencers puede lograr los resultados esperados para sus campañas.

Otro punto que podría jugar en contra de los desinfluencers, es que en ocasiones los productos o servicios presentados y criticados pueden prestarse a interpretaciones erróneas o reseñas no deseadas o incoherentes.

Finalmente, los desinfluencers podrían ser aprovechados por algunas empresas que buscan desprestigiar a sus competidores y destacar en su sector. Incluso, podría traer consecuencias negativas para los consumidores, como una percepción distorsionada de las marcas, así como un incremento de publicidad engañosa.

A pesar de que los desinfluencers están ganando cada vez más popularidad en TikTok, y prueba de ello es que 582 millones de los 584 millones de visualizaciones totales del hashtag #deinfluencing se produjeron en 12 meses, en México aún no se desarrolla está tendencia al máximo.

Con más de 75,000 seguidores en TikTok, Caro Lamothe es una creadora mexicana que aboga por una relación responsable con la ropa y con quienes la fabrican.

Esta desinfluencer mexicana a través de sus distintos canales, promueve un estilo de vida más consciente y saludable, dando consejos sobre la calidad de algunas prendas y accesorios, y los motivos por el cual no adquirirlos.

También está Henry Evia, un desinfluencer mexicano con más de 147,000 seguidores en TikTok. A través de sus videos el joven "desinfluencia" a sus seguidores de comprar cosas que no necesitan, asimismo recomienda a los cibernautas ser más astutos con el dinero y consumir de manera responsable.