Un año después, ¿qué cambió en la educación con la Nueva Escuela Mexicana?

Un año después, ¿qué cambió en la educación con la Nueva Escuela Mexicana?

Foto: Enfoque

De acuerdo al calendario oficial de la SEP, el pasado 16 de julio terminó el ciclo escolar 2023-2024, un periodo que, por diferentes motivos, fue atípico a lo que se había visto en los últimos años. Este año escolar fue el primero que puso en marcha el programa de educación implementado por el gobierno federal de la Cuarta Transformación, del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

En el ciclo escolar 2023-2024 se implementó por primera vez la llamada “Nueva Escuela Mexicana” (NEM), siendo este el mayor proyecto en materia de educación que impulsó la 4T en todo el país. La NEM estuvo acompañada de diversas polémicas, en especial con los libros de texto que, desde que se dieron a conocer, fueron blanco de señalamientos por estar llenos de errores.

 

La implementación de este programa federal incluyó modificaciones en vertientes que no se habían modificado en sexenios, algo que para muchos fue relevante para cambiar el panorama educativo del país y, en contraste, otros los consideraron un retroceso en la educación de los menores mexicanos.

 

Esto cambió con la Nueva Escuela Mexicana

 

En primer lugar, la NEM es un modelo educativo que, en teoría, tiene un enfoque crítico, humanista y comunitario con el fin de fomentar el cuidado y conocimiento propio, el pensamiento, el diálogo, los valores éticos y democráticos, así como la integración en comunidad para la transformación social. En este tenor, la NEM busca formar ciudadanos críticos y con una educación integral.

 

Para lo anterior se tuvieron que concretar diversos cambios, incluyendo los nuevos libros de texto que fueron el principal cuestionamiento antes del inicio del ciclo escolar pasado. Los materiales del año escolar estuvieron alineados a los principios de la NEM, elaborados por docentes e ilustradores mexicanos para incentivar el aprendizaje activo, aunque estuvieron rodeados de polémica.

 

Se señaló que no tenían claridad en cuanto a la metodología de enseñanza y la alfabetización inicial, además de que abordan temas complejos como la diversidad de familias y el lenguaje inclusivo, sumado a la poca capacitación que tuvieron los docentes. La crítica más dura que se hizo con una campaña orquestada por medios de comunicación fue que, supuestamente, los libros promovían el comunismo.

 

Por el contrario, los puntos favorables en los libros fueron el fomento de otros tipos de aprendizaje y fortalecimiento de los proyectos escolares. En suma, también impulsan la inclusión, la tolerancia y el aprendizaje como un proceso comunitario que involucra a toda la sociedad, pues ya no es visto como un suceso aislado que sólo depende de un individuo.

 

Al principio hubo oposición y quejas en cuanto al uso de los textos, al grado de que en estados como Querétaro, Yucatán, Chihuahua, Aguascalientes, Coahuila y Guanajuato se inició el ciclo escolar sin ellos, todos gobernados por PAN o PRI; sin embargo, de manera paulatina fueron adoptándolos, aunque en Chihuahua todavía en 2024 hubo disputa legal para que los niños no los usaran.

 

Otro cambio sustancial con la NEM fue que las materias en nivel básico, primaria y secundaria, fueron sustituidas por los llamados “campos formativos”. Atrás quedaron las asignaturas como español, ciencias naturales, matemáticas o inglés, ya que las reemplazaron por cuatro campos específicos: Lenguajes, Saberes y Pensamiento Científico, Ética Naturaleza y Sociedades, y De lo Humano y lo Comunitario.

 

Uno de los principales desafíos con la implementación de la NEM fue la formación docente, pues al ser una alteración total en la forma de impartir clases, también se tuvieron que hacer las adecuaciones necesarias para los maestros. Los principios de la NEM dictan que el personal educativo debe estar en constante formación y tomando cursos para mejorar su práctica, relacionarse con otros y con la comunidad para la elaboración de nuevos proyectos escolares.

 

Por otra parte, se pretende dar a los docentes más autonomía tomando en cuenta el contexto en el que se desenvuelven, lo que les da la posibilidad de desarrollar trabajos multidisciplinarios y transversales a través de la progresión del aprendizaje de sus alumnos.

 

Por último, otro de los cambios más significativos fue el de las formas de evaluación y retroalimentación de docentes a alumnos y viceversa. Las nuevas medidas de evaluación se basan principalmente en seguir formando a los alumnos y no tanto en castigarlos o reprobarlos, como ocurría en otros tiempos. Con lo anterior, se busca que la valoración se use para mejorar y como una forma de cambiar la forma de enseñanza y aprendizaje.

 

El programa tuvo voces a favor que destacaron los beneficios de una educación integral y con mirada comunitaria, pero también hubo oposición a la implementación de este plan educativo, en ambos casos con especialistas que respaldaban dichas posturas. Pese a todas las críticas y cuestionamientos, no se pudo evitar que la NEM siguiera en marcha y, en cambio, sirvieron más para hacer ajustes o cambios.

 

Lo mismo ocurrió con los controvertidos libros de texto, pues a pesar de las múltiples quejas en torno a ellos, terminaron repartiéndose en casi todo el país, con algunas excepciones donde se siguió con los materiales del año pasado.

 

Aunque el próximo ciclo escolar inicia todavía bajo el mandato de AMLO y la actual titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, el año en su totalidad estará ya a cargo de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum y de su secretario de Educación, Mario Delgado Carrillo, con quien nuevamente podría haber cambios.

 

En primera instancia, Mario Delgado ha dicho que en su gestión al frente de la SEP seguirá impulsando a la Nueva Escuela Mexicana para que se consolide a través de programas como “La Escuela es Nuestra”. Con él se espera una mayor atención a la NEM, más evaluación sobre el impacto que va teniendo y una constante mejora de los libros de texto gratuitos.

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