Los animales de compañía desempeñan un rol importante en la vida de los humanos, más allá de ser simplemente perros o gatos, son integrantes de las familias. En el caso de los perros, el título de “el mejor amigo del hombre” es asertivo, porque ellos son compañeros fieles, contribuyen al bienestar físico y emocional mejorando la vida de las personas en muchos aspectos diferentes.
Por ello, los tutores son responsables de brindarles todo lo necesario para asegurar el bienestar de sus amigos peludos. En el marco del Día Mundial del Perro, que cada año se conmemora el 21 de julio, es importante reflexionar sobre cómo ser mejores humanos y reforzar el vínculo que los une a ellos.
Para cumplir con ese bienestar, existen cinco consideraciones que todo tutor debe tomar en cuenta para cubrir sus necesidades básicas. Se les denomina libertades de los animales:
ALIMENTACIÓN: Proporcionar una dieta balanceada y adecuada para la edad, tamaño y salud del perro. Asegurarse de que siempre tengan acceso a agua fresca y limpia.
COMODIDAD: Ofrecer un lugar cómodo y seguro para descansar, protegido de condiciones climáticas extremas. Proporcionar un espacio suficiente para que el perro pueda moverse libremente y explorar, así como un lugar cómodo para dormir.
SALUD FÍSICA: Mantener al día las vacunas y visitas al veterinario para prevenir enfermedades. Estar atento a señales de dolor o malestar y buscar atención médica adecuada cuando sea necesario.
SALUD EMOCIONAL: Evitar situaciones estresantes para el perro, como ruidos fuertes o experiencias traumáticas. Proporcionar un ambiente seguro y predecible donde el perro se sienta protegido y tranquilo. No le pegues, no es una buena manera de educarlo, mejor premia y refuerza las conductas deseables.
COMPORTAMIENTOS NATURALES: Permitir que el perro realice actividades naturales como correr, jugar, olfatear y socializar. Proporcionar juguetes y enriquecimiento ambiental que fomenten el comportamiento exploratorio y activo del perro.
El Día Mundial del Perro nos permite reiterar que los tutores siempre deben ser responsables y respetar estas libertades básicas para asegurar que sus perros tengan una vida digna, feliz y llena de amor. No se debe olvidar que su compañía y afecto les permiten crear vínculos con ellos y brindarles beneficios a su salud física y emocional.