El OIEA afirma que el agua vertida de la central nuclear Fukushima-1 es segura

El OIEA afirma que el agua vertida de la central nuclear Fukushima-1 es segura

Foto: Xinhua

El agua descargada de la central nuclear japonesa Fukushima Daiichi (Fukushima-1) corresponde a los estándares internacionales de seguridad, informó este jueves el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

 

El pasado 16 de julio, el operador de la planta, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), completó un séptimo vertido de agua poco radiactiva al mar.

 

"El vertido de agua tratada de la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi sigue cumpliendo las normas internacionales de seguridad, confirmó hoy el grupo de trabajo del OIEA", señala el comunicado en el sitio web del organismo.

 

Según los datos del OIEA, el volumen total del agua descargada hasta ahora alcanza aproximadamente los 55.000 metros cúbicos tras el séptimo vertido.

 

Los expertos del organismo afirmaron que la concentración de tritio en cada vertido de agua tratada con el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) realizado hasta la fecha es muy baja.

 

El 11 de marzo de 2011, varios reactores de la Fukushima-1 explotaron al quedar fuera de servicio el sistema de refrigeración debido a un terremoto de magnitud 9,0 y un tsunami posterior.

 

Desde agosto de 2023, Japón arroja al mar el agua que se usó para enfriar los reactores averiados. La operación durará unos 30 años.

 

Toneladas del agua que se usó para enfriar los reactores se almacenan actualmente en unos 1.000 tanques gigantescos de la planta.

 

Las autoridades niponas afirman que el agua contaminada, antes de ser descargada en el mar, es tratada por un sistema que elimina las partículas radiactivas, salvo el tritio, y tiene un nivel de radiactividad por debajo del umbral fijado por la Organización Mundial de la Salud, sin suponer un peligro para la salud humana ni para el medio ambiente.

 

El plan de Japón suscita la preocupación de Rusia, China, las dos Coreas y de los habitantes de los municipios vecinos a la ciudad de Fukushima.

 

China y Rusia incluso restringieron las importaciones de pescado y mariscos procedentes de Japón como medida de precaución.

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