El Consejo del cantón suizo del Valais prohibió temporalmente el uso de la llamada "cápsula suicida", planeado para el futuro próximo, informó este martes la compañía de radio y televisión RTS.
El asesor adjunto de sanidad de ese cantón, Cedric Dessimoz, calificó tal decisión como una "medida preventiva tomada en interés de la salud pública", y agregó que "es necesario obtener una información más detallada sobre este aparato y su uso".
Anteriormente, el desarrollador de la cápsula Sarco, el médico australiano Philip Nitschke, dijo a Sputnik que la cápsula se sometió a un examen legal en Suiza, se llegó a la conclusión de que no se trata de un dispositivo médico, y por ende las respectivas leyes no serán extensivas a la cápsula.
Pero el periódico suizo NZZ, al citar a la profesora Kerstin Vokinger de la Universidad de Zürich, comunicó que el estatus jurídico de la cápsula no se ha definido hasta ahora.
Según NZZ, un paciente gravemente enfermo, deseoso de recibir ayuda para suicidarse, elegido para ser el primero en usar la cápsula, ya arribó a Suiza, y el procedimiento estaba planeado para este mes de julio.
La cápsula Sarco, hecha de plástico, está provista de un mecanismo que permite llenarla de nitrógeno. La muerte sobrevendrá a causa de la hipoxia y la hipocapnia, provocadas por la escasez del oxígeno. El paciente podrá apretar él mismo el botón, las personas paralíticas pueden hacerla funcionar solamente con un guiño.
Los productores de la cápsula aseveran que será una muerte absolutamente indolora y que no se necesitarán la asistencia ni prescripción médica, porque el nitrógeno se vende libremente.
Nitschke también decía que podría conceder gratis el dibujo del dispositivo, para reproducirlo con una impresora 3D, pero solo a las personas mayores de 50 años o a unas más jóvenes que sufren dolencias graves, informó NZZ.
