Una vez más el maltrato animal fue noticia en México, aunque en esta ocasión la indignación vino de un lugar en el que se supone que los ejemplares están bajo cuidado, se procura su conservación y bienestar. En el Zoológico de Chapultepec se dio a conocer el caso de una loba mexicana en situación de completo abandono al borde de la muerte por falta de cuidados y alimentación.
Usuarios en redes sociales exhibieron el video en el que el ejemplar se aprecia en evidente estado de desnutrición, con dificultades para mantenerse de pie y para caminar. La gente afirma que la loba en cuestión fue dejada a su suerte hasta que muera, por lo que reclamaron al zoológico y a las autoridades ambientales por la situación del animal, así como de otros que se ven flacos y hambrientos.
Los zoológicos son ideados como espacios para la conservación, estudio, resguardo y albergue de especies animales de gran tamaño, exóticas o en peligro de extinción, aunque en muchos casos ocurre lo contrario. Es común saber de escenarios donde los animales sufren más maltrato, desnutrición y viven en condiciones deplorables en medio de sus desechos o junto a cadáveres de otros animales.
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Ahora que la defensa de los derechos de los animales se volvió una consigna social y se han impulsado leyes al respecto para asegurar su protección, el papel de los zoológicos también es cuestionado por el daño que causan a los ejemplares que están bajo su resguardo. En los hechos, las leyes sí tienen consideraciones para evitar y erradicar que los zoos prevengan el maltrato animal.
La protección de los animales en los zoológicos
La regulación de los zoológicos y el bienestar de los animales se supervisa a través de la Ley General de Vida Silvestre, puntualmente en el artículo 78 relativo a las colecciones científicas y museográficas. Los predios e instalaciones que resguardan vida silvestre confinada sólo podrán operar si cumplen con los planes de manejo y actualizan sus bases de datos anualmente ante la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Los planes de manejo para los zoológicos incluyen la dieta que se le proporcionará a cada especie, cuidados clínicos y salud, mantenimiento, seguridad e higiene, mecanismos de vigilancia, al igual que las medidas que garanticen el trato digno y respetuoso en el confinamiento, manejo, traslado, exhibición, adaptación a su nuevo espacio de vida y entrenamiento responsable, entre otros.
De acuerdo con el artículo 108, los propietarios de los predios son los responsables de los daños o perjuicios que presenten los ejemplares que están bajo su cuidado, y deberán repararlo o compensarlo según lo dispuesto dentro de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.
Ante una denuncia o un caso de posible maltrato animal, la dependencia encargada de supervisar las condiciones de las especies es la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). De acuerdo con esta institución, en México hay al menos 95 zoológicos funcionando en los que viven más de 20,000 ejemplares de diferentes especies, todos sujetos al cuidado que les otorguen sus dueños.
Profepa entrega elefante a Batres
— Lucía Hernández | Amo La Ciencia (@YoAmoaLaCiencia) March 20, 2024
A pesar de que se le siguen muriendo animales en zoológicos capitalinos
Informa la dependencia que Annie, será trasladada junto a Ely y a Gipsy al Zoológico de Aragón.
Batres lleva nueve meses negando cualquier acceso a las elefantes. pic.twitter.com/1asHij23Aa
Aunque los zoológicos y las demás colecciones científicas y privadas tienen como objetivo la conservación y estudio de la vida silvestre, en los hechos estos también suelen incurrir en prácticas negligentes de maltrato animal. En casos como el del Zoológico de Chapultepec hay un historial de abandono de animales, pues aparte de la loba que se dio a conocer en día recientes, hay otros casos de mal cuidado.
Por ejemplo, en el 2022 el medio Eme Equis informó que en tal lugar murieron entre el 2019 y el 2022 un total de 1,002 animales. En los otros dos de la CDMX, San Juan Aragón y “Los Coyotes”, perecieron 194 y 122 ejemplares más en cada uno, para un acumulado de 1,318 en los tres zoológicos de la capital del país, siendo una constante en las muertes las malas condiciones en las que vivían.
Así como estos, otros zoos han recibido denuncias por parte de visitantes, quienes acusan que los animales están en pésimas condiciones, se acercan a la gente en búsqueda de alimento y se pasean flacos y moribundos entres sus desechos y con nula higiene. En casos se ha sabido de animales que mueren y sus permanecen en las jaulas y son comidos por los demás que padecen hambre.
La Ley de Vida Silvestre también contempla esto como una infracción, aunque no se enlista propiamente como un tipo de maltrato animal. Las violaciones a las normas que establece esta ley pueden llevar a multas administrativas, amonestaciones y, en casos más graves, el decomiso de los ejemplares con el pago que implique su cuidado, o el arresto hasta por 36 horas de los responsables.