En el emocionante proceso para planificar una boda, se incluye el pensar en quién sería la persona correcta que firmará como testigo; sin embargo, en la ciudad de Nueva York, y en otros 28 estados de Estados Unidos, es completamente legal que los perros, y otra clase de mascotas, funjan como testigos en un certificado de matrimonio.
Esta práctica existe desde hace décadas y permite a las parejas incorporar a sus queridos animales en un momento tan significativo como es el matrimonio. Angela Beer, por ejemplo, no solo incluyó a sus perros como testigos en su boda en 2018, sino que los integró como damas de honor y padrinos. Esta decisión no solo añadió un toque personal y especial a la ceremonia, sino que también reflejó el profundo vínculo que Beer y su esposo tienen con sus mascotas.
No es sorprendente que esta tendencia haya llevado a muchas parejas a considerar a sus mascotas como compañeros de luna de miel. Según el New York Post, llevar a los perros en la luna de miel está ganando popularidad entre los amantes de los canes. Agentes de viajes y gerentes de hoteles reportaron un aumento en las parejas que eligen destinos y alojamientos que no solo aceptan mascotas, sino que también ofrecen servicios especiales para ellas.
Para Angela Beer, elegir el exclusivo Huka Lodge en Nueva Zelanda para su luna de miel fue una decisión fácil, ya que el lugar no sólo les permitía a ellos disfrutar de una escapada romántica, sino que también aceptó a todos sus perros. Desde actividades previas a la boda con amigos y mascotas hasta excursiones románticas posboda, como visitas en helicóptero al Monte Ruapehu, Beer y su esposo disfrutaron de momentos inolvidables con sus mascotas.
Edward Alava, propietario de una boutique para perros en Nueva York, destacó que los perros son tratados como parte integral de la familia, y no es de sorprenderse que cada vez más parejas opten por incluirlos en momentos tan importantes como la boda y la luna de miel.
Para aquellos que planean una luna de miel con sus mascotas, la clave está en elegir destinos y vuelos que permitan la presencia de animales, así como en prepararse adecuadamente para asegurar que tanto ellos como sus mascotas disfruten al máximo del viaje.
