Un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison sugiere que, aunque la exposición a la leche bronca de vaca infectada con el virus de la influenza aviar H5N1 puede causar enfermedad, es poco probable que el virus se propague rápidamente entre las personas.
Los investigadores descubrieron que los ratones y hurones enfermaron cuando el virus H5N1 se introdujo en sus narices. Sin embargo, la transmisión aérea del virus, una forma común de propagación de enfermedades, fue limitada. “Este riesgo relativamente bajo es una buena noticia, porque significa que es poco probable que el virus infecte fácilmente a otras personas que no están expuestas a la leche bronca infectada”, explicó Yoshihiro Kawaoka, profesor de ciencias patobiológicas y líder del estudio.
En los experimentos, los ratones contrajeron la gripe aviar después de consumir pequeñas cantidades de leche bronca infectada, y para simular la transmisión entre humanos, se utilizaron hurones debido a la similitud de sus síntomas gripales con los humanos. Estos hurones infectados fueron colocados cerca de hurones no infectados, y ninguno de los expuestos se enfermó, aunque uno produjo anticuerpos contra el H5N1, sugiriendo un nivel bajo de transmisibilidad aérea.
En otro experimento, el virus H5N1 fue mezclado con receptores típicamente reconocidos por virus de la gripe humana, mostrando su capacidad de unirse a ambos tipos de moléculas y, por lo tanto, su potencial adaptabilidad a los huéspedes humanos. Aunque actualmente existen pocos casos en humanos, los investigadores aseguraron que las pandemias anteriores ocurrieron cuando los virus desarrollaron la capacidad de unirse a receptores humanos.
El virus H5N1 se halló en las glándulas mamarias y músculos de ratones infectados, y se transmitió de madres a cachorros. Estos hallazgos fueron publicados en la edición del 8 de julio de la revista Nature, y subrayan los riesgos de consumir leche sin pasteurizar y carne de res poco cocida de vacas infectadas.
“El virus H5N1 que circula actualmente en el ganado tiene una capacidad limitada para transmitirse en los mamíferos”, afirmó Kawaoka. “Pero necesitamos monitorear y contener este virus para evitar que evolucione a uno que se transmita bien en los humanos”.