El éxito de las empresas familiares en México: entre la tradición y la visión de futuro

El éxito de las empresas familiares en México: entre la tradición y la visión de futuro

Foto: Sergio F Cara

Las empresas familiares son pilares fundamentales en la economía mexicana; sin embargo, asegurar la continuidad a través de las generaciones requiere de una visión amplia hacia el futuro a través de la buena gobernanza y sucesión.

 

Estas empresas, definidas como aquellas en las que los fundadores poseen un importante capital social, son una fuerza económica dominante en México. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que estas entidades representan el 90% del tejido empresarial nacional.

 

Su contribución al bienestar económico y social de México las convierte en motores del crecimiento económico. De acuerdo con el INEGI, las empresas familiares aportan más del 80% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan cerca del 70% de los empleos formales.

 

Un estudio publicado por el IPADE Business School, al que tuvo acceso NotiPress, indica que 62.5 % de las empresas familiares en el país tienen entre 20 y 50 años y se consideran un negocio con oportunidades de crecimiento.

 

¿Qué secreto tienen las empresas familiares para perdurar en el tiempo?

 

Un estudio de KPMG, titulado "Una visión de la empresa familiar excelente" devela los factores clave que impulsan el éxito de estas empresas. Las empresas familiares son más que un simple negocio; por ello surge la obligación de adoptar modelos de negocio, gobierno y gestión con una mirada hacia el futuro. Esto significa priorizar la sostenibilidad a largo plazo por sobre las presiones del corto plazo y evitar decisiones oportunistas que puedan poner en riesgo el legado familiar.

 

De acuerdo con el estudio de KPMG realizado a compañías españolas, de los directivos encuestados, el 30 % considera la visión a largo plazo, prudencia y estabilidad como el principal factor de éxito en sus empresas. El ímpetu emprendedor del fundador es la piedra angular de las empresas familiares. Si bien este rasgo no se hereda, su transmisión a través de las generaciones es crucial para la supervivencia de estas compañías.

 

Expertos y propietarios de empresas familiares coinciden en que preservar el espíritu emprendedor, junto con una visión a largo plazo, les dota de una mayor capacidad de adaptación, requisito indispensable para la longevidad.

 

Otro factor que coinciden en señalar los empresarios a KPMG, es la prudencia en la inversión. Las empresas familiares muestran una mayor estabilidad durante los periodos de crisis, aunque su crecimiento es menor durante los periodos de expansión económica.

 

El arraigo familiar ejerce influencia en las decisiones estratégicas de las empresas familiares. Esta prudencia se debe a que estas empresas ponen en juego su patrimonio familiar, su reputación y prestigio social, lo que las impulsa a actuar con mayor cautela para preservarlos.

 

En el panorama empresarial mexicano, Grupo ABSA se erige como un sólido ejemplo de éxito familiar, avalado por más de tres décadas de trayectoria. Su éxito radica en la oportuna identificación de una oportunidad de negocio en la automatización de procesos industriales, aunada a una visión de futuro y un espíritu emprendedor inquebrantable. Estos pilares han impulsado la constante evolución de la compañía, sin perder de vista los valores que desde sus inicios la han caracterizado.

 

Los retos actuales

 

Si bien las empresas familiares poseen características intrínsecas que impulsan su éxito, también enfrentan riesgos considerables. De hecho, según el IPADE Business School, el 52 % de estas empresas se encuentran en riesgo de no subsistir debido a la acumulación de malas prácticas. Estas malas prácticas afectan la dinámica familiar, lo que a su vez conduce a la desintegración de la familia y al fracaso del negocio.

 

"Las empresas familiares no son ajenas a la dinámica familiar de sus propietarios y la complejidad surge de la superposición de los sistemas familiar y empresarial. Menos de una décima parte de las familias (6 %) aborda los problemas de manera oportuna, mientras que 37 % pospone esta tarea y 57 % se encuentra en una situación de riesgo para la empresa al no tener claridad al respecto", detalló Ricardo Aparicio Castillo, director del CIFEM-BBVA, durante un evento al que asistió NotiPress. (Notipress)

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