Los británicos accederán nuevamente a las urnas para determinar el camino sobre cuál será el partido que gobernará un Reino Unido marcado por varias problemáticas como una inédita inflación, crisis de vivienda y un estrepitoso aumento de la inmigración. Más de 45 millones de británicos decidirán el 4 de julio si optan por continuar con el partido conservador, el cual se ha mantenido a la cabeza durante los últimos 14 años, o si eligen un cambio liderado por el partido laborista.
Frente a la sensación de experimentar un "estancamiento económico" por parte de los habitantes de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, los líderes de los dos principales partidos buscan la mayoría en el Parlamento. Mientras que el partido conservador, liderado por el actual primer ministro, Rishi Sunak, invita a continuar con el programa del gobierno actual, el partido laborista ha centrado su campaña en el cambio, sobre todo bajo un contexto marcado por problemas económicos y sociales.
En Reino Unido se tiene un sistema parlamentario basado en el sistema first-past-the-post (escrutinio mayoritario uninominal). Las 650 áreas o circunscripciones que conforman el país eligen cada uno a un solo diputado para representar a la región en Westminster. Sin la necesidad de alcanzar una mayoría absoluta, el candidato de cada circunscripción con más votos gana. El partido que logre reunir a más diputados en la Cámara de los Comunes, forma gobierno y el líder del partido pasa a ser primer ministro.
Para los partidos minoritarios, este sistema es injusto debido a que los deja con una escasa representación en el Parlamento, obligándolos a formar coaliciones con los dos partidos más populares. Por su parte, los defensores de este sistema consideran, esta es una forma de garantizar gobiernos estables.
No obstante, desde el comienzo de la campaña electoral, los partidos minoritarios han comenzado a ganar relevancia, lo que les ha ayudado a denunciar al sistema first-past-the-post como un sistema injusto. El partido Reform UK, denominado también el partido del Brexit, está a solo unos pocos puntos del partido conservador, sin embargo, no está garantizada su representación en los escaños. Su líder, Nigel Farage, lamentó que su partido obtendrá menos escaños en comparación al número de votos. Por su parte, otros partidos como el partido Verde han denunciado las desventajas que el sistema implica para ellos.
Mientras que, por otro lado, los partidos que conforman en su mayoría la Cámara Parlamentaria defienden el sistema destacando su simplicidad y el vínculo claro entre los votantes y los parlamentarios. En un referéndum realizado en 2011, la mayoría respaldó el first-past-the-post con un amplio margen de apoyo.
Sin embargo, bajo este sistema se puede presentar un escenario en que la mayoría parlamentaria haya sido elegida con menos del 50% de los votos. Esto significa que puede haber más personas que votaron en conjunto a los candidatos rivales del partido mayoritario. Por ejemplo, el partido conservador obtuvo en 2019 la mayoría a pesar de llegar a menos del 44% del voto popular. Ante nuevos comicios, se espera que, a pesar de conservarse el sistema que conduce al bipartidismo, los partidos alternativos tengan efecto en el sistema actual. (NotiPress)