En México la mayor parte de los planteles educativos y espacios laborales están a punto de iniciar el ciclo de vacaciones en el que mucha gente opta por vacacionar y conocer otros lugares de su estado o del país. Esta temporada también supone una ventana de oportunidad para los estafadores que se aprovechan de quienes, de manera inocente, buscan viajes a bajo costo y sin complicaciones.
Durante las temporadas de vacaciones de verano o cuando hay graduaciones de los estudiantes, los estafadores están alerta para engañar a la gente y ofrecer viajes a módicos precios con destinos atractivos, por lo que resulta difícil resistirse. En páginas falsas y redes sociales, supuestas agencias de turismo ofertan viajes que no son más que timos para los vacacionistas.
Las víctimas suelen caer en estos engaños gracias a que hay ánimo por salir de vacaciones y no se fijan en las señales de alarma sobre un posible fraude. Hay varias “banderas rojas” que son visibles o comprobables para quienes pretenden comprar un paquete de viaje y no quieren caer ante una estafa.
Evita caer en engaños fijándote en esto
En primer lugar, es importante revisar que el sitio donde se comprará el paquete o se hará la reservación sea oficial y esté debidamente establecido. Para ayudar a la gente con esto, la Secretaría de Turismo (Sectur) pone a disposición de los usuarios el Registro Nacional de Turismo (RNT), en el cual la gente podrá verificar si el prestador de servicios que contratarán es fidedigno.
Dicho registro se podrá consultar en la siguiente página en la que sólo se tiene que poner el nombre de la empresa y el estado https://rnt.sectur.gob.mx/consulta. Otro es el Buró Comercial de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en el cual se verifica la razón social de una empresa: https://burocomercial.profeco.gob.mx/
Todos los prestadores de servicios de turismo deben estar registrados en Sectur, por lo que además de aparecer en su registro, su página tiene que contar con algunos distintivos como los sellos de la dependencia, los del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) o el del Consejo de Promoción de Turismo. Además, al manejar información delicada como datos bancarios, requieren medidas de protección.
Si ya se tiene certeza de que la compañía existe, lo siguiente es ver que el agente de viajes con el que se tiene contacto realmente sea trabajador. Se ha sabido de casos de agentes que usan nombres de agencias reales para engañar, por lo que es relevante siempre marcar primero a los números oficiales y no aceptar llamadas u ofertas que provengan de números desconocidos o ajenos a la empresa.
Las empresas que están debidamente establecidas son aquellas que dan detalles acerca del destino al que se quiere viajar y explican los pormenores del hospedaje que se contratará. Por el contrario, las apócrifas se niegan a responder las dudas más incisivas y no dan información acerca del viaje o el sitio de alojamiento.
Por otra parte, es menester checar que la agencia ofrezca diferentes vías para comunicarse en caso de requerir una aclaración directa. Estas incluyen números de teléfono, correo electrónico, página web o de redes sociales, así como un domicilio para visitarlo físicamente, ya que esto le da más veracidad a una institución.
Para cerciorarse de que se trata de una empresa de confianza están las reseñas que dejan los clientes más antiguos. Por lo general, las agencias de viaje con más tiempo suelen tener reseñas, tanto buenas como malas, y puntuaciones altas en la mayoría de las ocasiones. Si una oficina es de reciente creación y no cuenta con alguna reseña es una mala señal para desconfiar.
Si en este punto todavía no hay señales de que se trate de una estafa, al momento de hacer un depósito también hay indicios a considerar. Si se va a pagar un paquete mediante transferencia, se debe verificar que el número de cuenta arroje el nombre y la razón social de la agencia y no el de una persona particular, pues en ese caso es probable que se trate de un robo. De igual forma, se deben evitar transferencias a través de tiendas departamentales por adelantado.
También está el hecho de que las tarifas muy bajas y poco realistas tienden a tratarse de estafas. Para atraer a más víctimas, los ladrones optan por ofertar destinos muy atractivos, como playas y ciudades en el extranjero, a precios demasiado accesibles que van de los 5,000 a los 10,000 pesos, por lo que es difícil ignorar las ofertas que no piden muchos requisitos para reservar.