Buscando reinventarse, ellos buscarán dirigir al PAN a nivel nacional

Buscando reinventarse, ellos buscarán dirigir al PAN a nivel nacional

Foto: Josue Díaz

Después de cuatro semanas, Marko Cortés Mendoza, presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), aceptó su responsabilidad por la derrota electoral del pasado 2 de junio. Ahora, se prepara la renovación del partido y la salida del actual líder panista, un puesto para el que varios militantes han levantado la mano en aras de comandar al partido más fuerte de la oposición.

 

Ante el Consejo Nacional del PAN, Marko Cortés reconoció que no se hizo el trabajo suficiente para obtener mejores resultados en los comicios de este año; no obstante, sostuvo que para la oposición iba a ser complicado ganar porque se enfrentaban a los “siervos de la nación” que operaron a favor de los candidatos del oficialismo.


 

En consiguiente, ahora se prepara la comisión especial, presidida por Ana Teresa Aranda Orozco, para la renovación de la dirigencia con diferentes perfiles panistas que pretenden liderar al blanquiazul. Entre estos, se enfilan personalidades cercanas al actual presidente y otras que han estado envueltas en escándalos por presuntos actos de corrupción.

 

Ellos quieren dirigir a Acción Nacional

 

En primer lugar, está el actual coordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, Jorge Romero Herrera, diputado federal al que en su momento ligaron al llamado “cártel inmobiliario” de la Ciudad de México. Después del resultado del 2 de junio, él fue de los primeros en levantar la mano, aunque se opone a que la elección sea abierta a la ciudadanía.

 

Los principales logros de Jorge Romero son, de momento, ser el líder de la bancada del PAN en el Congreso. Entre sus intenciones como dirigente blanquiazul está el hecho de poner en pausa la alianza con el PRI. Está ligado al supuesto cártel inmobiliario de la CDMX junto a otros panistas como el excandidato a jefe de Gobierno, Santiago Taboada y a su propia hermana.

 

 

Otro que se apuntó es el senador Damián Zepeda Vidales, quién ya dirigió por un corto periodo en 2018. Contrario a la postura de Romero, Damián Zepeda sí está a favor de que la ciudadanía se inmiscuya en el proceso de selección del próximo dirigente de Acción Nacional, además de que fue uno de los que se oponía a la alianza con el PRI para evitar que el PAN desaparezca como el PRD.

 

En su haber cuenta con experiencia en diferentes puestos políticos, pues además de senador también ha sido funcionario durante los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón. Además, ostentó cargos como diputado local en su natal Sonora y fue diputado federal con el PAN. De diciembre del 2017 a agosto del 2018, Zepeda fue dirigente tras la renuncia de Ricardo Anaya, quien contendió por la presidencia.

 

Otra senadora que aspira a la presidencia del PAN es Kenia López Rabadán, una de las que se identifica por su cercanía a Marko Cortés, además de que impulsó la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez. Kenia López ha llamado a una revisión total del partido tras los malos resultados del 2 de junio, llamando a cambiar el panorama actual en el que los partidos son dirigidos por hombres.

 

Su trayectoria está marcada por diferentes cargos como diputada federal en el D.F., como diputada federal por la CDMX y senadora en los últimos seis años, todos los puestos con el PAN y como plurinominal. Como legisladora cuenta con más de un centenar de iniciativas, algunas ya aprobadas, además de que ha sido crítica de la administración de AMLO y los próximos tres años será diputada federal.

 

 

Otro de los perfiles que quiere la dirigencia del PAN es la exdiputada Adriana Dávila, quien ha sido tajante al señalar que los últimos presidentes del partido son culpables de su debacle, pues solamente velan por sus intereses personales. Al igual que Damián Zepeda, pide que la ciudadanía se involucre en el proceso de renovación del partido para evitar que no se pase entre los mismos grupos de poder.

 

Su experiencia ha sido orientada principalmente como legisladora, toda vez que fue diputada federal y senadora, los dos puestos como representante de Tlaxcala bajo las siglas del PAN. Además, también fue cercana a Felipe Calderón en su sexenio e incluso fue su “apadrinada” para contender por el gobierno de Tlaxcala.

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