Autoridades federales rescataron los restos de al menos uno de los 63 mineros que quedaron atrapados en la mina de carbón Pasta de Conchos, ubicada en Coahuila, estado al norte de México, el 19 de febrero de 2006.
Aunque el Gobierno no ha emitido información oficial sobre el rescate, la organización Familia Pasta de Conchos confirmó los hechos. De momento se desconoce la identidad de la persona cuyo cuerpo fue recuperado.
El pasado 12 de junio, la secretaria de Gobernación de México, Luisa María Alcalde, anunció que, tras diversas labores, habían encontrado restos humanos en una de las galerías de la mina, ubicada a 146 metros de profundidad. El hallazgo fue confirmado por Andrés Manuel López Obrador, presidente del país latinoamericano.
"Todavía no podemos decir nada más porque es apenas el inicio. No sabemos cómo está la mina más al fondo; se tienen los análisis de dónde pueden estar los cuerpos, pero estamos empezando. Ojalá tengamos suerte", expuso en conferencia de prensa.
Hoy se ha rescatado el primer cuerpo de los 63 compañeros atrapados en Pasta de Conchos. Al igual que muchos compañeros y familias de mineros, creemos que éste logro no hubiera sido posible sin la presencia de @CrisAuerbach directora de @PASTADECONCHOS y del Centro Prodh. pic.twitter.com/WC8bBJRNbu
— Mineros Región Carbonífera (@Mineroscoahuila) June 29, 2024
El mandatario mexicano refirió que su Gobierno colabora con la Fiscalía General de la República (FGR) y un equipo de médicos para obtener pruebas de ADN que permitan identificar a los mineros.
Irregularidades en Pasta de Conchos
De acuerdo con las investigaciones, los trabajadores quedaron atrapados en la mina debido a una explosión ocasionada por la acumulación de gas metano en el lugar que, sumada a las malas condiciones de seguridad del sitio, devino en una tragedia.
Las autoridades federales informaron que en la primera galería a la que se tuvo acceso no se identificaron señales de que hubiera ocurrido una explosión, sin embargo, se aclaró que se desconoce la condición del resto.
Las instalaciones eran propiedad de Grupo México, del empresario Germán Larrea, cuyo conglomerado también incluye a Ferromex; ellos se encargaron de las operaciones de búsqueda y rescate, las que solo derivaron en la extracción de dos cuerpos.
"Solamente se tiene registro de dos tragedias en las que se haya negado el rescate de los atrapados: en 1973, la de un ingeniero, y Pasta de Conchos. En ambos casos, la parte patronal es Grupo México", apunta el Centro Prodh en su sitio web.
De acuerdo con la organización civil, la mina contaba con reportes de fallas de seguridad desde el 2000, tres años antes de la tragedia.