¿Qué pasa con los jóvenes que no ingresan a la universidad?

¿Qué pasa con los jóvenes que no ingresan a la universidad?

Foto: Enfoque

Hablar sobre lo que piensan los jóvenes hoy en día en cuánto a su educación escolar, abre una amplia gana de opiniones, desde aquellos que están emocionados por lo que les depara el futuro, y están ocupados en elegir una carrera universitaria; como aquellos que quieren comenzar a tener dinero porque no les interesa seguir estudiando o porque quieren ahorrar para posteriormente continuar con los estudios. Incluso, están aquellos alumnos que quieren seguir estudiando, pero no cuentan con los recursos apropiados para hacerlo.

 

La Secretaría de Educación Pública aseguró que en el 2024 alrededor de 400,000 jóvenes que concluyeron el bachillerato no obtuvieron un lugar en las universidades, es decir, fueron rechazados por las instituciones de educación superior (IES).

 

En el proceso de admisión 2024 de la BUAP, 42,000 estudiantes buscarán uno de los poco más de 29,000 lugares que tiene reservados para los alumnos que continuarán sus estudios universitarios. Una matrícula que se amplió tras la construcción de la nueva Ciudad Universitaria 2.

 

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Pero, ¿qué sucede con aquellos que no ingresaron?

 

Para muchos estudiantes, el no ingresar a la universidad significa el fin de sus sueños. Más aún, que en los últimos años se les ha calificado como "rechazados" y muchos, llegan asumirse como tal.

 

Sin embargo, son varias las opciones que toman los estudiantes que ingresaron a la universidad. Por un lado, deciden entrar en el mercado laboral y repetir el trámite el siguiente ciclo escolar o, deciden entrar a una universidad privada y buscar el próximo año participar para ser aceptados y, por medio de la revalidación de materias, continuar con sus estudios.

 

En el peor de los casos, hay jóvenes que desisten en darle continuidad a su etapa estudiantil y optan por buscar un trabajo.

 

Quizás la opción dos es la más recurrente, pero si el rechazo se repite, un gran porcentaje termina por desistir. Quienes optan por una universidad privada se enfrentan, en algunas ocasiones, al reto de la baja calidad educativa, pues las instituciones privadas de calidad son costosas y no accesibles para una gran mayoría, mientras que las escuelas accesibles tienen un nivel académico medio.

 

Quienes desisten de seguir estudiando y buscan trabajo se enfrentan a dos temas: primero, lograr alcanzar un empleo y, segundo, el salario. Las ofertas de trabajo no soy muy amplias y mucho menos las opciones de alcanzar un buen ingreso. El carecer de preparación universitaria, es un punto a favor de los empleadores para otorgar sueldos muy bajos.

 

Principales causas para no continuar estudiando

 

El trabajo y la falta de recursos económicos son los principales motivos por la que muchos estudiantes no continúan con sus estudios. Sin embargo, también hay causas personales, como problemas de aprendizaje, desinterés y desmotivación. Y en menor medida, causas familiares como embarazo a edad temprana, unión libre o problemas entre la familia que afectan sicológica y emocionalmente al alumno, así como causas sociales, como desigualdad social y económica.

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