El Tribunal Supremo de España ratificó que un beso sin consentimiento constituye un delito de “agresión sexual en la actualidad y abuso sexual al momento de los hechos”, subrayando la importancia que tiene el consentimiento explícito en cualquier acto de contacto físico.
El tribunal dejó claro que nadie tiene el derecho de acercarse a otra persona y darle un beso “cuando la víctima no lo admite como prueba de cariño o afecto o por sus circunstancias personales, familiares o del tipo que sean”, considerando que esto se trata de “un ataque personal a su intimidad y libertad sexual”.
⚖️ El Tribunal Supremo confirma la condena por delito contra la libertad sexual a un agente policial por dar un beso a una detenida sin su consentimiento
— Poder Judicial (@PoderJudicialEs) June 25, 2024
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En su pronunciamiento, el Supremo destacó que “no es preciso un ‘no’ de la víctima”. Para que no exista delito, “lo que hace falta es el consentimiento”, y sin este, cualquier contacto de esta naturaleza se considera como agresión sexual.
Con esta nueva sentencia, se condenó a un año y nueve meses de prisión a un agente de policía que besó en la cara e intentó besar en los labios a una mujer detenida en la zona de calabozos. Según los reportes, el policía había intentado ganarse la confianza de la mujer, incluso llegando a preguntarle por mensajes si podía abrazarla, a lo que ella se negó rotundamente. Sin embargo, el agente la besó en una ocasión y lo volvió a intentar en otra.
El tribunal concluyó que el agente se aprovechó de su posición de poder de la situación vulnerable de la detenida. “En el caso concreto, un agente policial en modo alguno puede acercarse a una detenida y darle un beso aprovechando su situación y la especial vulnerabilidad en la que está”, señaló la sentencia.
