En un contexto donde la sostenibilidad y la reducción de impacto ambiental son imperativos globales, la industria farmacéutica está explorando nuevas vías para integrar prácticas más ecológicas en sus operaciones. Una de estas iniciativas prometedoras es la adopción de energía solar como fuente principal de electricidad, una medida que busca mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), con el efecto secundario de optimizar costos operativos significativamente.
El sector salud, responsable del 4.4% de las emisiones globales de GEI según datos de la organización Salud sin Daño, enfrenta la necesidad urgente de reducir su huella climática. La implementación de generación distribuida, específicamente mediante paneles solares, emerge como una estrategia clave para alcanzar este objetivo. Esta tecnología no solo proporciona electricidad limpia y renovable, sino que también ofrece ahorros sustanciales en el consumo energético, llegando hasta un 40% en los costos mensuales de electricidad para las empresas farmacéuticas.
Santiago Villagómez, CEO de Energía Real, informó a NotiPress de la importancia de esta transición: "Al aprovechar la energía solar, las farmacéuticas no solo avanzan hacia una mayor sostenibilidad, sino que también cumplen con los estándares internacionales de descarbonización". Este cambio no solo tiene beneficios ambientales directos al reducir las emisiones de CO2 hasta en un 100%, sino que también promueve la autonomía energética y la producción nacional de electricidad verde.
Según datos de la Secretaría de Energía (SENER), solo el 31.2% de la electricidad en México proviene de fuentes limpias, lo que resalta la importancia de aumentar la adopción de energías renovables en todos los sectores industriales. La integración de energía solar en la industria farmacéutica no solo alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, sino que también posiciona al sector como un líder en prácticas responsables y sostenibles.