Junio es conocido como el mes del orgullo para la comunidad LGBTTTIQ+, el mes en el que más se llama a la inclusión, la tolerancia y el respeto hacia las personas que suelen ser blanco de ataques. En múltiples entidades de México todavía son frecuentes los ataques en contra de la comunidad y los crímenes de odio, en especial en donde la población es más conservadora o retrógrada.
En este tenor, Puebla es uno de los estados donde se considera que la sociedad es más conservadora, lo que ha llevado a colocar a la entidad como una de las que más crímenes de odio o ataques registra en contra la comunidad LGBTTTIQ. De igual forma, el estado es uno de los que registraron a más personas discriminadas en todo el país.
De acuerdo con la plataforma “Visible”, especializada en reportar este tipo de actos en contra de la comunidad LGBT, tan sólo en lo que va del 2024 se registraron tres ataques en contra de la comunidad, dos de ellos en enero y el otro en marzo. Las víctimas han sido variadas, ya que en la edad fueron de tres rangos, de 18 a 25 años, de 31 a 35 años y de 36 a 40 años.
De las personas que fueron agredidas, dos reportaron que los hechos se dieron en lugares privados y otra en un espacio público, además de que un victimario fue su propio jefe de trabajo. Las agresiones fueron principalmente verbales, aunque también se dio una agresión física.
Este es un descenso considerable en los casos, ya que al cierre del año pasado se registraron un total de 26 ataques, de los cuales nueve se habían dado hasta el mes de junio. No obstante, el año en que Visible ha registrado más de estos ataques fue en 2022, cuando hubo un total de 51 ataques, siendo la población gay la más castigada, pues concentró 34 casos de todos los del año.
Desde que la plataforma hace los registros en Puebla, se tienen contabilizados en total 130 ataques en contra de la comunidad LGBTTTIQ, del 2017 a mediados del 2024, dando un promedio de 18 ataques anuales. Esto coloca a Puebla como la quinta entidad con más ataques, detrás de la Ciudad de México con 652, Jalisco con 481 casos, Estado de México con 394 y 245 en Guanajuato.
Visible no es la única plataforma que hace estos conteos, pues las organizaciones de la sociedad civil también tienen registros. Por ejemplo, la organización “Vida Plena” detalló a la periodista Samanta Paez que, tras una revisión periodística, se determinó que del 2012 al cierre del 2023 hubo 33 probables trans-feminicidios en la entidad, más de los que tenía conocimiento la Fiscalía General del Estado (FGE).
En tanto, el INEGI cuenta con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadid), con su versión más reciente del 2022. En esta se detalla que en Puebla casi la mitad de la población se opone a la conformación de familias que incluyan a parejas de mismo sexo, ya que el 45.5 % de la población de 18 años o más dijo no estar de acuerdo con que las parejas del mismo sexo adopten hijos.
Por si fuera poco, según la Enadid, la entidad fue una de las que más mostraron incremento en experiencias de discriminación respecto a la encuesta anterior del 2017. En total, en 2022 el 30.6 % de la población mayor de edad dijo haber tenido al menos una experiencia de discriminación, mientras que en la encuesta de cinco años antes el porcentaje era del 28.4 %.
Lo anterior colocó a Puebla como la segunda entidad con el índice de discriminación más alto, sólo detrás de Yucatán que llegó al 32.1 % en 2022 y en 2017 tenía el 21 %, es decir, subieron más del 11 % de sus índices de discriminación.
Más allá de las estadísticas y los números, detrás de estos ataques y casos de discriminación hay vidas que se ven afectadas porque se les limitan sus derechos, o bien, vidas que son arrebatadas por el odio. Ejemplo de esto es el trans-feminicidio de Melani, una mujer que fue localizada sin vida al interior de una casa en el Centro Histórico de la capital poblana el 12 de noviembre del 2023.
El caso llegó a causar indignación al grado de que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) emitió una queja de oficio por el hallazgo del cuerpo de Melani con aparentes huellas de violencia, en lo que pudo tratarse de un crimen de odio.
El año pasado, el 12 de mayo una pareja transitaba de la mano en el centro comercial Paseo San Francisco, hasta que un guardia los corrió porque se besaron frente al resto de visitantes. En respuesta, se hizo una “protesta” en la que más parejas acudieron a besarse en el centro comercial para externar su descontento.
El trans-feminicidio que más marcó el estado fue el de Agnes Torres, una mujer trans originaria de Atlixco, distinguida por su activismo en favor de la comunidad y los derechos reproductivos de las mujeres. A ella la mataron en octubre del 2012 en un crimen de odio que llevó a la condena de uno de los responsables, además de la aprobación de la Ley Agnes en 2021, para el reconocimiento de las personas trans en Puebla.