Casi 800 millones de personas padecen lumbalgia, una de las principales causas de discapacidad y reducción de la calidad de vida. Un grupo de investigadores propone un remedio asequible para todo el mundo. Aseguran que andar reduciría el dolor de espalda en los adultos si lo hicieran con regularidad, procede del estudio publicado en 'The Lancet'.
Los dolores de espalda vuelven a aparecer con frecuencia, siete de cada diez personas que se recuperan de un episodio lo padecen de nuevo al cabo de un año. Una de las prácticas actuales de tratamiento sigue siendo la realización de ejercicios, pero no todos están disponibles debido a su elevado costo, su complejidad y la necesidad de supervisión.
Los científicos de la Universidad Macquarie, Australia, descubrieron que caminar podría ser un remedio eficaz, rentable y accesible. En el estudio participaron 701 adultos que se habían recuperado recientemente de un episodio de lumbalgia. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a un programa individual de marcha y a seis sesiones educativas dirigidas por fisioterapeutas durante seis meses, o a un grupo de control.
Los investigadores siguieron a los participantes entre uno y tres años, dependiente del momento en que se incorporaran.
El primer grupo "tuvo menos episodios de dolor limitante de la actividad en comparación con el grupo de control, y un período medio más largo antes de tener una recurrencia, con una mediana de 208 días en comparación con 112 días", dice el autor principal del estudio, catedrático de Fisioterapia de la Universidad Macquarie, Mark Hancock.
Entre las principales ventajas de caminar, se destaca que es un ejercicio sencillo, de bajo costo y que casi todo el mundo puede practicar, independientemente de su ubicación geográfica, edad o situación socioeconómica.
"No sabemos exactamente por qué caminar es tan bueno para prevenir el dolor de espalda, pero es probable que incluya la combinación de los suaves movimientos oscilatorios, la carga y el fortalecimiento de las estructuras de la columna vertebral y los músculos, la relajación y el alivio del estrés, y la liberación de endorfinas 'sentirse bien'", subrayó Hancock.
Aparte de eso, agregó que caminar conlleva muchos otros beneficios para la salud, como la salud cardiovascular, la densidad ósea, un peso saludable y una mejor salud mental.
"No solo mejoró la calidad de vida de los participantes, sino que redujo aproximadamente a la mitad la necesidad de buscar asistencia sanitaria y las bajas laborales", afirma la investigadora Natasha Pocovi.
Para aprovechar estos hallazgos, el equipo espera ahora explorar cómo pueden integrar el enfoque preventivo en la atención rutinaria de los pacientes que sufren lumbalgia recurrente.