Autosecuestro, la mentira que se convierte en un delito levemente castigado

Autosecuestro, la mentira que se convierte en un delito levemente castigado

Foto: FreePik

El 16 de junio, la Fiscalía General del Estado (FGE) dio parte del hallazgo de un joven identificado como Ricardo N., en Momoxpan, quién tenía un presunto reporte de secuestro. Lejos de tratarse de un ilícito de verdad, la supuesta víctima sólo fingió su secuestro para pedir el rescate y así seguir de fiesta con sus amigos, una práctica que se ve con frecuencia, aunque varía en sus motivaciones.

 

Los hechos se dieron el 30 de mayo, cuando la madre del joven de 21 años recibió un video en el que se veía a su hijo amordazado; un día después, llegó otro texto pidiendo 200,000 pesos de rescate. La FGE tuvo conocimiento y halló al “secuestrado” el 1 de junio en Santiago Momoxpan, San Pedro Cholula, donde confesó que fue un montaje para obtener dinero y seguir de fiesta.

 

Así como este ejemplo, otras personas han fingido su secuestro, su desaparición o hasta su muerte por diferentes motivos, como ocultar otro delito, esconderse de alguien o conseguir algún beneficio. Esto, además de poner en alerta a las autoridades de manera innecesaria, constituye un delito del que se tiene un castigo bien definido.

 

De acuerdo con la Ley General para Prevenir y Sancionar Los Delitos en Materia de Secuestro, el artículo 13 establece que quienes simulen su privación de la libertad, personalmente o interpósita persona, recibirán una sanción de 200 a 700 jornadas de trabajo comunitario. En el artículo 14 se señala que se impondrán de cuatro a 16 años de prisión a quien simule la privación de la libertad de una persona.

 

Lo anterior será aplicable en caso de que se finja el secuestro por los motivos que enlista el artículo 9. Ese artículo señala motivos como obtener, para sí o para un tercero, un rescate o cualquier beneficio; causarle daño u obligar a sus familiares a que haga un acto en específico; causar daño a la persona privada de la libertad o a terceros; o bien, para cometer un secuestro exprés.

 

En el caso particular de Puebla, el Código Penal del Estado no contempla sanciones específicas por un autosecuestro y ni siquiera se considera un delito. Lo más cercano que se contempla es la sanción en caso de una llamada de broma al 911, con una pena de seis meses a cuatro años de prisión y multa de 20 a 200 UMAS, equivalente a 2,171 o 21,714 pesos.

 

Los motivos por los que las personas fingen su secuestro son varias, pues además del caso de Ricardo N., se han visto más escenarios en los que simulan este ilícito a fin de obtener un beneficio personal. Lo más común es que se haga para obtener un beneficio económico, toda vez que los rescates que se piden para la supuesta liberación son de cifras elevadas.

 

Por ejemplo, en octubre del 2020 una pareja de novios en Veracruz, identificados como Alfredo N. y Sandra N. fingieron su plagio solamente para pedir un rescate de 70,000 pesos a sus familiares. Antes, en 2017 hubo el caso de un hombre en Puebla que se auto secuestró y pidió un rescate de 4 millones de pesos, aunque el móvil era obtener el dinero proveniente de la familia de su esposa.

 

Otra razón por la que la gente simula su secuestro es para obtener dinero, aunque no para beneficio propio, sino para pagar deudas o para evadir responsabilidades de su vida diaria. En junio del 2022 un hombre llamado Eduardo N. simuló su secuestro para pedir un rescate de 250,000 pesos con el fin de pagar una deuda.

 

Esta ha sido una de las razones que se usan con más frecuencia al momento de fingir secuestros, especialmente en Puebla. En 2023 la FGE también dio parte de un hombre con reporte de secuestro en la colonia Bosques de San Sebastián, al igual que el anterior, para obtener dinero y pagar la deuda que adquirió en aplicaciones de préstamo exprés.

 

En otros casos también se ha visto que las personas simulan un secuestro para tapar otro ilícito en el que dañaron a alguien más. Muestra de lo anterior es una mujer italiana en 2022 que fingió el secuestro de su hija de cinco años para no dar a conocer que realmente la había asesinado tras un ataque de celos con su pareja.

 

Finalmente, también están los que fingen su plagio para escaparse de sus responsabilidades diarias y para irse junto a otras personas. En 2016 el FBI encabezó la exhaustiva búsqueda de una mujer con reporte de desaparición en CaliforniaEstados Unidos, aunque más tarde se dieron cuenta de que se trataba de una simulación con la que la supuesta víctima planeaba huir con su amante; en 2022 fue sentenciada a 18 meses de prisión por tal mentira.

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