Ambulantaje, el constante dolor de cabeza que tendrá que enfrentar el nuevo Ayuntamiento

Ambulantaje, el constante dolor de cabeza que tendrá que enfrentar el nuevo Ayuntamiento

Foto: Enfoque

En el 2021, el entrante gobierno municipal de Puebla heredó de la pasada administración, encabezada por Claudia Rivera Vivanco, más de 5,000 vendedores ambulantes que ocupaban las principales calles del centro histórico.

 

A partir del primer día, el gobierno capitalino, encabezado en ese entonces por Eduardo Rivera Pérez, inició el ordenamiento de este importante número de personas que se dedicaban a la venta de un sinfín de productos, en su mayoría de dudosa procedencia, en algunas calles importantes de la ciudad, como lo son la calle 5 de Mayo y la avenida 6 Oriente, mejor conocida como la calle de los dulces.

 

Durante estos tres años, la Comuna llevó a cabo operativos de manera permanente para contener la presencia del ambulantaje en el centro histórico. Y a días de que concluya este gobierno, el ahora alcalde, Adán Domínguez Sánchez, ha manifestado que no dejará de atender todos los temas que le corresponden y llevará a cabo las acciones necesarias para evitar la presencia del ambulantaje en el primer cuadro de la ciudad hasta el último día de su administración.

 

Este será, sin duda, un gran reto que enfrentará Pepe Chedraui, presidente municipal electo, durante su próximo gobierno. Incluso el actual titular de la Secretaría de Gobernación MunicipalJorge Cruz Lepe, ha manifestado que quien llegue a ocupar su lugar tendrá que hacer un gran esfuerzo y no permitir que los comerciantes informales se apropien nuevamente del centro poblano. “Yo espero que les vaya muy bien, pero la vara va a quedar un poco alta”, argumentó en su momento.

 

Durante su campaña, Pepe Chedraui aseguró que el comercio ambulante no regresaría a las calles del centro histórico y señaló que una de las opciones para lograr el reordenamiento comercial sería llevar a este sector informal a los mercados municipales para que no pierdan su trabajo y para que estén en un lugar seguro.

 

Intentos fallidos de administraciones anteriores

 

A pesar de que fue una de sus propuestas de campaña, la administración de Claudia Rivera Vivanco falló en su estrategia para regular el ambulantaje, así como también para mejorar las condiciones de los comerciantes que radican en el Centro Histórico.

 

Hasta el fin de su gobierno no se vio un plan claro para el control del comercio informal. Líderes de cámaras de comercio y comerciantes del Centro Histórico coincidían al señalar que la promesa se quedó en el discurso y nunca hubo una intención real de llevar a cabo cambios en el tema del ambulantaje, prefiriendo dejar el problema a la siguiente administración.

 

Incluso, el gobernador en ese entonces, Miguel Barbosa Huerta, quien pertenecía al mismo partido político de la exalcaldesa, reconoció en su momento que el ayuntamiento encabezado por Claudia Rivera dejaría como “herencia” el incremento de comerciantes ambulantes en esta zona.

 

Esta situación provocó que el municipio de Puebla, que había logrado colocarse como uno de los principales destinos turísticos sin playa a nivel nacional, se viniera abajo debido al ambulantaje.

 

En la administración del priísta Enrique Doger Guerrero, solo se sacó a los ambulantes de la familia Huitzil que vendían antojitos en el zócalo, pero autorizó que más de 2,500 vendedores ambulantes se instalaran de viernes a lunes en el centro histórico.

 

Aunque aseguró que el tema del ambulantaje lo resolvería, lo cierto es que nunca tuvo una seria intención de darle una solución a la problemática, siempre dando una serie de argumentos sin fundamentos.

 

Al final de su gestión, Doger Guerrero heredó el problema a la primera alcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz.

 

Durante la gestión de la priista, se intentó mover a los ambulantes de las calles y colocarlos en un sitio más establecido. En 2009, se puso en operación el mercado del Ferrocarril en la 11 Norte y 18 Poniente con 360 locales, aunque en ese momento solo funcionaba el 10 por ciento. Este inmueble fue construido con la intención de reubicar a los ambulantes, aunque el programa fracasó al poco tiempo sin que los comerciantes pagaran su contribución mensual, la cual debían cubrir durante cinco años para tener la posesión del local. Sin embargo, en 2015 el lugar dejó de existir porque se instaló la estación del tren turístico Puebla–Cholula.

 

También durante el periodo de gobierno de Alcalá Ruiz, se habilitó el Mercado La Merced para los mismos ambulantes, pero una vez instalados, las ventas se cayeron y no pudieron recuperarse, por lo que regresaron a las calles.

 

En 2001Luis Paredes Moctezuma pidió el voto de las agrupaciones y durante su mandato, de 2002 a 2005, permitió a más de 3,000 ambulantes ubicarse en calles del primer cuadro, de 4 a 14 Poniente, 5 de Mayo y el zócalo.

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