Más de dos semanas han transcurrido de las elecciones del 2 de junio, fecha en la que se confirmó la continuidad del actual régimen de la Cuarta Transformación en México y en más de una veintena de estados. Con la pronunciada victoria del oficialismo, también quedó en evidencia que los múltiples problemas que aquejan al país pasaron a segundo plano para el grueso del electorado.
Morena, PT y el Partido Verde (PVEM) extendieron el mandato de la 4T en México y 24 estados, arrasando en medio en los puestos del Legislativo. No obstante, se creía que el sentido de la votación podría ser diferente al haber numerosos malestares que han proliferado en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Malestares” como los muertos por covid-19, la falta de medicamentos o la creciente inseguridad y violencia, entre otros, son algunos de los factores que no pesaron en contra de la 4T al momento de votar. Por el contrario, para los electores fueron más determinante los beneficios que ha traído el gobierno en sus casi seis años.
Por ejemplo, una de las constantes promesas del gobierno de AMLO ha sido la creación de un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, aunque esto ha quedado lejos de ser una realidad. En los hechos, la salud es uno de los problemas más grandes para la federación, pues hay falta de medicamentos, equipo, personal capacitado y hospitales dónde se pueda atender la gente.
En 2022 el gobierno dejó de surtir en el IMSS y demás instancias de salud federales, más de 15 millones de recetas, mientras que para 2023 la cifra fue de poco más de 7.5 millones de recetas. Además, también hay ausencia de miles de médicos especialistas y generales, y camas de atención para los derechohabientes.
Debido al deficiente sistema de salud, también hubo complicaciones durante la pandemia por covid-19, en la que murieron más personas de las que el gobierno reportó oficialmente. La Comisión Independiente de Investigación determinó que en México hubo un exceso de mortalidad de 808,619 personas entre el 2020 y el 2023, sobre los más de 330,000 que el gobierno reportó de manera oficial.
Según este reporte, gran parte de estas muertes en exceso se debieron a la toma de decisiones erróneas por parte del gobierno, al sistema de salud insuficiente y al descuido de los pacientes ante padecimientos previos.
Por otra parte, tampoco se combatió completamente la corrupción como se dijo que se haría en el sexenio. Uno de los ejemplos más grandes de corrupción en la actual administración fue el caso de Segalmex, una dependencia de la cual se desviaron más de 12,800 millones de pesos, aunque su extitular, Ignacio Ovalle, no ha enfrentado a la justicia por su presunta implicación en el caso.
De igual forma, está la inseguridad y la violencia que no cesa en el país día a día, por lo que el gobierno terminará como el más violento de los últimos años. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el país suman más de 189,500 homicidios dolosos, siendo más violento que el sexenio de Felipe Calderón o el de Enrique Peña Nieto.
Lo anterior no son solo cifras, ya que es un problema de la vida diaria que se manifiesta con balaceras en diferentes puntos del país, ejecuciones, masacres y, en lo más reciente, el asesinato de menores de edad contra los que atentan directamente o son parte del llamado “daño colateral”.
De igual forma, también quedaron de lado las eliminaciones de programas sociales y apoyos que beneficiaban directamente a la ciudadanía, especialmente a las mujeres. Para prueba están las escuelas de tiempo completo a los refugios para mujeres víctimas de violencia, los dos programas que eliminó el gobierno federal para la entrega de apoyos directos en especie o con dinero en efectivo.
Y es que ese fue uno de los alicientes por los que la gente se decantó sobre los “malestares” de la vida diaria: los beneficios que ha otorgado el gobierno federal. En el sexenio de AMLO, una de las principales primicias ha sido el fortalecimiento de los programas sociales que actualmente llegan a poco más de 24 millones de personas con la entrega de dinero en efectivo u otro tipo de apoyo.
En general, otro de los aspectos positivos que imperó para premiar al gobierno federal fue el combate a la pobreza, ya que en 2023 se dio a conocer mediante el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que en la administración de López Obrador salieron de la pobreza más de 9 millones de personas.
Sí bien es evidente que persisten múltiples y numerosos problemas en el país, para más de 35 millones de personas esto no tuvo peso y decidieron apostar por la continuidad del gobierno federal por seis años más.