Ya en su calidad de primera presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo dio a conocer cuál será una de las prioridades de su futuro gobierno: los programas sociales del Bienestar. Tras ganar las elecciones del 2 de junio, Sheinbaum anunció que los nuevos programas sociales serán preponderantes, algo que también fue menester en el sexenio actual y que pudo ser el factor para su victoria.
Durante un evento, la presidenta electa informó que en la transición del gobierno federal se encargará de la implementación de los nuevos programas sociales, los apoyos para mujeres de 60 a 64 años y las becas para estudiantes de secundarias públicas. Para esto, enviará una iniciativa al presidente para que sea él quien inicie con la entrega de estos apoyos antes de su sexenio.
Los programas sociales también fueron una de las prioridades durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al grado de que los elevó a grado constitucional e hizo de ellos una de sus banderas en contra de la oposición. Es por esto que parte de la reciente victoria de Morena, PT y Partido Verde (PVEM) se le atribuye a la relevancia que estos cobraron en los últimos años.
Con la llegada de la 4T al gobierno, los programas sociales se convirtieron en una de sus prioridades, razón por la cual en 2020 las y los legisladores del oficialismo aprobaron la inclusión de los mismos en la Constitución Mexicana, con lo que se asegura su existencia a pesar del cambio de administración.
Lo anterior fue de utilidad en la temporada electoral, ya que tanto el presidente como la entonces ex candidata presidencial y demás aspirantes del oficialismo, los usaron como bandera en contra de la oposición. Los spots de Sheinbaum decían que en caso de que la oposición ganara, eliminarían los programas sociales de la constitución, por lo que, supuestamente, sólo la 4T les daría continuidad.
Lo anterior llevó a que en reiteradas ocasiones la oposición acusara a Morena de usar los programas sociales para coaccionar el voto de los mexicanos. Por lo anterior, ellos mismos tuvieron que salir a desmentir que su intención era eliminarlos y, por el contrario, también hicieron propuestas para hacer mejor este beneficio, aunque no fue suficiente para evitar su derrota.
Con la inclusión de los programas sociales como uno de los principales alicientes del gobierno federal, PAN y PRI sostienen que se generó un ambiente clientelar en el que gana el partido que los otorga es el más beneficiado. Antes de que iniciaran las campañas a nivel federal, la Secretaría del Bienestar adelantó los pagos de las pensiones de dos bimestres, por lo que hubo personas que recibieron más de 9,000 pesos en un sólo momento.
Esto no paró durante la veda electoral para el gobierno, ya que a lo largo de los dos meses de campaña, en algunos lugares continuó la entrega de apoyos de todo tipo, desde despensas hasta empadronamiento para ser beneficiario.
Por otra parte, algunos actores de la oposición, como el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, han señalado que los programas sociales sí fueron determinantes para la definición del voto. Según él, hay acciones del gobierno federal que gustan, lo mismo que en el estado que hoy gobierna, por lo que la diferencia en el voto estuvo marcada por los programas sociales.
En los hechos, Claudia Sheinbaum y la 4T ganaron en parte por la cantidad de personas que mensual o bimestralmente reciben montos económicos, productos para la alimentación o becas para estudio. Según el presidente López Obrador, los programas del Bienestar para adultos mayores y personas discapacitadas llegan a un aproximado de 25 a 30 millones de familias.
A cierre del 2023, la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, dio a conocer que el número de beneficiarios hasta el 8 de diciembre del 2023, siendo de 13.9 millones de personas con las pensiones de adultos mayores, personas con discapacidad y los de niños, niñas e hijos de madres trabajadoras, con una inversión de un billón 640,464 millones de pesos del 2019 al 2024.
Con el total de programas como las becas Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, La Escuela es Nuestra y Sembrando vida, entre otros, dan un acumulado de 24.6 millones de mexicanos beneficiarios, cercano a lo que afirma AMLO. Si bien no todos están en condiciones de votar por ser menores de edad, tan sólo con las personas que reciben un beneficio del gobierno federal se pudo marcar diferencia en las elecciones presidenciales que se definieron por más de 19 millones de votos.