Tras las votaciones del 2 de junio, en México se eligieron más de 20,000 puestos de elección popular, entre los que destacan los que formarán parte de los congresos locales y federales. Los ciudadanos tuvieron que elegir a sus representantes en el poder Legislativo, puntualmente a los diputados que se dividen en dos grupos, los de mayoría relativa, o uninominales, y de representación proporcional.
Si bien cada tres años cuando hay elecciones la mayoría de las personas escucha sobre los diputados a los que tienen que elegir, para algunos resulta desconocido a qué se refieren los términos de mayoría relativa y representación proporcional. De igual forma, hay quienes tampoco saben cuál es la labor de un legislador y qué importancia tiene para la vida de los mexicanos.
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¿Cuál es la diferencia entre los diputados?
La Cámara de Diputados está conformada por 500 diputados, 300 que son de mayoría relativa y corresponden a los 300 distritos federales uninominales en los que está dividido el país, y los otros 200 son de representación proporcional, también conocidos como plurinominales. En los hechos, la mayor diferencia entre unos y otros es la forma en que se eligen o designan.
Por un lado, los diputados uninominales son aquellos por los que la gente vota de manera directa en las boletas y las urnas, ganando aquel que tiene más votos, sin ningún otro criterio. Los distritos se distribuyen en las 32 entidades federativas y se toma en cuenta la densidad poblacional, por lo que no todos los estados tienen la misma cantidad de distritos.
Se llaman diputados de mayoría relativa porque su elección se basa en obtener una mayoría simple de votos en su distrito, pues el candidato con más votos gana, sin importar si la diferencia con el segundo lugar es mínima. Sin embargo, el hecho de obtener la mayor cantidad de votos no significa que sean los únicos con voz y voto en la Cámara de Diputados.
En tanto, los plurinominales son los que se eligen con base en el principio de representación proporcional, que es el porcentaje de votos que obtienen los partidos en una región específica, que en este caso se llaman circunscripciones, siendo cinco en el país que abarcan varios estados. Su existencia sirve para crear contrapesos y garantizar la representación política de las minorías.
Los criterios para la asignación de plurinominales son dos: el primero es registrar a un candidato en, como mínimo, 200 de los 300 distritos uninominales, y segundo, sólo se le darán pluris a los partidos que, con base en el principio constitucional, salven su registro con más del 3 % de la votación total. Habiendo cumplido estos lineamientos, podrán registrar sus listas de representación proporcional.
La integración de las listas de las cinco circunscripciones puede estar sujetas a algunos criterios de representación, llamados acciones afirmativas que sirven, entre otras cosas, para garantizar el principio de paridad de género e incluir a grupos vulnerables como minorías raciales, grupos indígenas y personas con discapacidad.
No obstante, al final del día la integración de las listas en las circunscripciones está sujeta a lo que determinen las dirigencias partidistas, por lo que es común que en lo más alto siempre aparezcan los mismos dirigentes o que suplanten identidades para acceder al cargo. En cualquier caso, no requieren de hacer campaña u obtener los votos de manera directa, ni aparecer en las boletas el día de elecciones.
Ningún partido político podrá tener más de 300 diputados por ninguno de los dos principios, es decir, si un partido gana los 300 distritos, no se le asignan pluris, pero entre electos y pluris tampoco podrán superar tal cifra.
Además, no contarán con un número de diputados por ambos principios que represente un porcentaje del total de la Cámara que exceda el 8 %de votación emitida. Esta base no aplicará al partido político que, habiendo ganado los distritos uninominales, obtenga un porcentaje de curules del total de la Cámara, superior a la suma del porcentaje de su votación nacional emitida más el 8 %.
¿Para qué sirven?
Si bien llegan de diferente manera al poder Legislativo, sus funciones son las mismas. La principal labor de los diputados, electos o plurinominales, es legislar, lo que significa presentar propuestas de ley para crearlas, reformarlas o, en caso de ser necesario, eliminarlas si estas contravienen a los principios constitucionales.
Por otra parte, los legisladores también se encargan de supervisar y verificar el correcto funcionamiento del poder Ejecutivo, es decir, del presidente de la República o de los gobernadores en los casos de diputados locales. Revisar la aplicación de recursos públicos de los otros poderes, los programas gubernamentales y vigilar la forma en que actúa el gobierno, son sus principales funciones.
Otra de sus funciones, y una de las más importantes, es que son los diputados federales los encargados de aprobar y debatir la elaboración del Presupuesto de Egresos de la Federación, que es la forma en la que el poder Ejecutivo dispondrá de los recursos públicos a largo del año.
En el caso de los pluris, como se dijo antes, su elección mediante el sistema de representación proporcional tiene el objetivo de garantizar una participación más equitativa y plural en el Congreso. Lo anterior permite que las minorías políticas tengan voz y voto en el Legislativo y la vida política del país.