Tras las elecciones del 2 de junio, es casi un hecho que la cuarta transformación se quede con el control casi total de la Cámara de Diputados y de la de Senadores, ya incluyendo la asignación de plurinominales. La oposición asegura que Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM) están sobrerrepresentados en el Poder Legislativo.
Después de los resultados de las elecciones, la 4T se llevó un total de 256 curules de mayoría relativa, más los plurinominales, con los que llegaron a 372 legisladores, con lo que alcanzan la mayoría absoluta. En cuanto al Senado, el partido guinda y sus aliados sumaron 83 escaños ya con los de primera minoría y lista nacional, quedándose a tres votos de la mayoría calificada.
Ante esto, la oposición se ha quejado ante el INE de que Morena, PT y PVEM están sobrerrepresentados, algo que, argumentan, viola las normas constitucionales de representación legislativa; no obstante, cuando la hoy oposición estuvo en el poder, también gozó de una amplia mayoría en el legislativo con la que pudieron hacer los cambios que quisieron a las leyes y la Constitución.
En los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN) y en los del Revolucionario Institucional (PRI), también hubo una marcada representación de sus legisladores, algunas veces alcanzada por su propia cuenta, y otra gracias a las alianzas que forjaron con otros partidos en momentos clave, aunque casi no llegaron a los niveles de presencia que hoy tiene la 4T.
Cuando se dio el último gobierno priista con Enrique Peña Nieto en el 2012, el entonces oficialismo del PRI y de PVEM en la alianza “Compromiso por México” tuvo más de la mitad de los integrantes de la Cámara de Diputados. En ese año, la coalición obtuvo 177 diputados de mayoría relativa más 64 pluris, para un total de 241 diputados, lo que ni siquiera les daba la mayoría simple.
En el Senado, PRI y el Verde conquistaron un total de 48 senadores de mayoría relativa más 13 de lista nacional, para un acumulado de 52 senadores. Estas posiciones dejaron al oficialismo sin la posibilidad de controlar por completo las dos cámaras, pero no por ello no pudieron avanzar con sus reformas, ya que recurrieron a las alianzas con su oposición, el PAN y el PRD.
El 2 de diciembre de 2012, un día después de que Peña Nieto asumió el cargo de presidente, los partidos PAN, PRI y PRD firmaron el llamado Pacto por México, un acuerdo en el que aprobaron las reformas estructurales planteadas por el Ejecutivo. En total aprobaron 11 reformas en materia educativa, eléctrica, de hacienda, laboral y de telecomunicaciones que iban a dar un impulso productivo al país.
Para las elecciones intermedias de 2015, el PRI y su aliado consiguieron más control sobre el Congreso, ya que ahí llegaron juntos hasta los 260 diputados, entre los de mayoría relativa y los de representación proporcional, lo que se sumó a los senadores con los que ya contaban.
Un sexenio antes con Felipe Calderón Hinojosa del PAN, la bancada del blanquiazul fue la más grande de su momento, y una de las más ostentosas que tuvo Acción Nacional, pues llegaron a 206 diputados federales, 137 electos y 69 pluris. En tanto, en el Senado obtuvieron 32 electos y nueve más de lista nacional, por lo que en ningún caso llegaron a las mayorías requeridas para cambios constitucionales.
En los hechos, el “calderonismo” tampoco fue capaz de tomar el control absoluto en las elecciones intermedias, pues para el 2009 incluso perdieron más espacios. Para ese año, la Cámara de Diputados pasó a 143 diputados del PAN, siendo el PRI el gran ganador, ya que pasó de 104 a 237 entre el 2006 y el 2009, respectivamente.
Por otra parte, en el año 2000 cuando se dio la transición en el poder con Vicente Fox Quesada, su partido el PAN y el PVEM, su aliado, tampoco lograron una mayoría tan apabullante. Mientras que el PAN ganó 206 diputaciones, 136 electas y 70 pluris, el Verde sólo conquistó seis distritos y se llevó 11 pluris, para un combinado de 223 diputaciones federales.
En el Senado el panorama tampoco fue distinto, ya que ambos partidos juntaron 51 senadores, 37 electos de Acción Nacional más nueve de lista nacional, y uno electo más cuatro plurinominales del Verde Ecologista. Una vez más, los partidos en el poder no obtuvieron las mayorías calificadas en ninguna de las dos cámaras.
Para las elecciones intermedias de 2003, el PAN no sólo no volvió a obtener la mayoría en la Cámara de Diputados, sino que incluso perdieron más espacios y su otro aliado se fue con el PRI. Acción Nacional pasó de tener 206 diputaciones en el 2000, a 151 tres años después, 80 electas y 71 plurinominales. En cambio, el PRI ya con el Verde conquistaron 241 curules en conjunto.
Si bien algunos partidos y las coaliciones en el poder llegaron a tener las mayorías por sus propios méritos o por alianzas políticas para concretar sus reformas, en los últimos sexenios ningún grupo político ha llegado al nivel que la 4T podría alcanzar en el Poder Legislativo a partir del 1 de septiembre.