El investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sébastien Valade, desarrolló una plataforma Web que monitorea en tiempo real los volcanes más activos del mundo y vigila su evolución, a través de la utilización de algoritmos de Inteligencia Artificial.
Se trata del sistema de monitoreo "Monitoring Unrest From Space" (Mounts), en español Monitoreo de Turbulencias desde el Espacio, herramienta que permite reunir, ordenar y analizar datos que se pueden relacionar para comparar prototipos y así obtener modelos que ayuden a tratar de pronosticar la actividad volcánica.
"El programa que hemos desarrollado es un sistema de monitoreo de volcanes que maneja imágenes de varios satélites para vigilar y monitorear la actividad volcánica de varios volcanes en el mundo", explicó Valade a Xinhua.
De acuerdo con el científico, la herramienta maneja sensores que emiten imágenes capaces de proporcionar distintas informaciones sobre procesos importantes para medir un volcán activo.
"Es una plataforma en la que realmente se pueden observar volcanes de todo el mundo porque estos satélites se mueven alrededor del planeta", detalló el entrevistado, al agregar que entonces tienen "la capacidad de medir cada zona de la Tierra con sus satélites".
Expuso que por lo regular el seguimiento de los volcanes depende de la red de monitoreo que cada país maneja en su propio territorio; sin embargo, la instalación y mantenimiento de las estaciones terrestres de vigilancia de los mismos son complicadas y costosas.
"Manejamos imágenes que informan sobre los gases que se están emitiendo por los volcanes. Otras imágenes son medidas con otros sensores para medir las anomalías térmicas", dijo Valade, además de "otro tipo de sensor que es útil para medir la deformación del suelo y variación topográfica dentro de los cráteres".
El monitoreo de los volcanes es importante para proteger a la población que habita en sus inmediaciones, así como para medir su actividad y evolución.
La finalidad es "apoyar con otros tipos de sensores que son los sensores por satélite porque no necesitamos mantenimiento y entonces es otra herramienta que nos permite dar otro tipo de información a la comunidad".
Uno de los beneficios de este instrumento es la recolección sistemática de datos sobre los volcanes, lo cual permite tener muchas series de tiempo que se pueden comparar a largo plazo.
"Esto para la vulcanología es muy importante porque tenemos la capacidad de confrontar, de hacer comparaciones entre volcanes e ir estudiando mejor los mecanismos eruptivos y eso es muy importante", resaltó el investigador.
Con los satélites que se utilizan en el proyecto se pueden medir distintos parámetros, entre ellos, los gases que son emitidos, la capacidad de medir las anomalías térmicas, así como la deformación del suelo y los cambios topográficos que tienen los cráteres activos.
Esta herramienta se ha utilizado en México para vigilar el volcán Popocatépetl, cercano a la capital del país, y así medir la cantidad de gases emitidos por su cráter.
"En el Popocatépetl, antes del evento fuerte con mucha cantidad de emisión de cenizas (en mayo de 2023), varios meses antes podíamos medir un incremento de la cantidad de CO2 (dióxido de carbono) de este gas emitido por el volcán, el cual nos indica que muy probablemente hay magma nuevo que estaba entrando en el sistema", recordó el especialista.
Señaló que otra ventaja dentro de la vulcanología de la herramienta descrita es que los datos están abiertos al público y son gratuitos.
"Con esta plataforma, con el hecho de que está abierta, tenemos muchas colaboraciones con otras instituciones u otros observatorios volcánicos en todo el mundo que nos escriben y compartimos, colaboramos, para apoyar en este monitoreo", refirió.
Este tipo de información, agregó Valade, es importante para anticipar las consecuencias de futuros episodios eruptivos.
En el futuro, el especialista espera desarrollar un sensor que reduzca las anomalías térmicas y detecte las grandes deformaciones del suelo.
Otro eje de desarrollo de la herramienta es optimizar el sistema, pues ello permitirá aumentar el número a monitorear, ya que en lugar de tener unos 80 o 100, se podría abarcar hasta 400 volcanes.
En el mundo hay unos 1.350 volcanes activos y México alberga uno de alto riesgo, el Popocatépetl, que es vigilado las 24 horas debido a su actividad constante, según la organización internacional "National Geographic Society".